Jerez íntimo
Marco Antonio Velo
Gestoría Prieto, más de medio siglo en el barrio de San Pedro (y II)
El balcón
Los fastos del 28-F se hacían antes a mayor gloria del Gobierno socialista de turno y seguimos igual con un presidente popular. El cambio ha sido sustituir a los actores de la propaganda. Canal Sur, tras emitir el lunes la entrega de medallas y el discurso presidencial, arrancó su telediario de mediodía con los dos minutos habituales de Moreno Bonilla. Pero como regalo por el Día de Andalucía añadieron ¡una entrevista de 13 minutos! El hombre aprovechó para hablar de sus intereses o los de su partido: que él es moderado, que aspira a gobernar en solitario con mayoría suficiente, que la crisis del PP estaba circunscrita a Madrid, que esperaba que Feijóo se hiciera cargo... Se hacía antes; el propio beneficiario lo calificó como "un placer y una tradición". Un abuso continuado.
El autobombo de la jornada tuvo otras facetas. Una es que Andalucía está más fuerte que hace tres años y es motor de la economía nacional. Lo dice el presidente de la región con más paro de España y una de las cinco con mayor desempleo entre las 283 de la UE. Añade que somos líderes en creación de empresas. Pero elude que el auge de autónomos se debe entre otras cosas a la externalización de servicios que antes hacía personal de plantilla. Y se felicita por bajar impuestos para recaudar más, receta conservadora norteamericana basada en la curva de Laffer con la que Reagan y Bush dispararon el déficit público en EEUU.
Otra intención de este 28-F ha sido definir un nacionalismo de baja intensidad, a imitación del galleguismo de Feijóo. Tras detraer fondos Feder y de Cohesión a Andalucía cuando estaba en el Gobierno de la nación, el PP acusa ahora a La Moncloa de discriminación. Y este andalucismo profesional del que quiere vivir el partido de Moreno en las próximas décadas coloca a Clavero a la altura de Blas Infante como el otro padre de la Andalucía moderna. Clavero tuvo un indudable mérito en el proceso autonómico, con su dimisión en apoyo al referéndum y la solución jurídica para salvar el resultado de Almería. También fue importante el liderazgo de Escuredo; el papel de los socialistas no se puede ocultar. De la misma manera que el PSOE no debió menospreciar a Rojas Marcos y su PSA. Anguita fue más generoso; en una entrevista en este diario en 2012 afirmó: "No tengo empacho en decir que el PSA nos hizo andalucistas". Ahí arrancaron todos.
Además estaban Carlos Cano, Antonio Burgos, Paco Casero, Diamantino García... y un apoyo popular. Profesionales recién llegados no pueden reescribir la historia.
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