Programación Guía completa del Gran Premio de Motociclismo en Jerez

Tribuna cofrade

Juan Antonio García Gallego ‘Gorrión’

Carta abierta a la Virgen de la Confortación

María Santísima de la Confortación.

María Santísima de la Confortación. / D. J. (Jerez)

A mi señora de Confortación:

Tras 10 años como tu capataz, Señora de Confortación, y analizando este recorrido, permíteme Madre mía unas palabras ya que me gustaría en primer lugar mostrar mis agradecimientos a muchísimas personas por la confianza puesta en mi persona Juan Antonio García Gallego “GORRION”.

A don Jesús Vidal, el que fuera hermano mayor y allá por diciembre de 2013, para la semana santa de 2014, tuvo la valentía y el arrojo de confiar en mi persona para desempeñar la labor de capataz. Gracias, Jesús, no solo por esa confianza sino por estar siempre a mi lado, como hermano mayor, como fiscal y como amigo. Has estado siempre cerca y me has ayudado y aconsejado en infinidad de decisiones que he tomado y lo más importante sabes que siempre estarás en las siguientes.

Como no, a todas las personas de esas juntas que apostaron y dieron la oportunidad a un joven con apellido de saga; la cual la tenía un Jerez dormida en el tiempo. Mis agradecimientos, no solo por mí, sino por todo lo que ha supuesto esa decisión en mi familia. Gracias a esas personas que me animaron, me ayudaron e hicieron de mi mejor persona y capataz.

Agradecer posteriormente a la junta actual con Manuel Ballestero a la cabeza por seguir depositando su confianza en mí y mi equipo, y en especial este año ya que requeríamos de ella y han estado siempre a disposición de nosotros.

Realizar mención y agradecimiento a los diferentes equipos de mayordomía. En especial a María José Caballero y Tomas Gil por ayudarme, confiar y comprenderme además de soportarme durante tantos y tantos días de trabajo para mejorar y poder llevar a la Virgen de la Confortación hasta donde la hemos llevado, haciéndome cumplir una idea, un sueño en una realidad.

A mis hermanos de El Huerto, a mis mayores de El Huerto a mis infantes de El Huerto que siempre están incondicionalmente con su hermandad. A mis señoras de El Huerto, siempre pendientes de mí y no dejándome ni un instante  velando siempre por su Virgen.  Gracias por tratarme como uno de vosotros y mostrarme tanto cariño.

No han sido años sencillos y desde un inicio se presentía que la tarea no iba ser fácil. Pero ellas siempre estaban allí, siempre cerca, siempre comprensivas, siempre expectativas. Gracias a mi mujer y a mi hija por entenderme esta locura que llevo en la sangre que nos hace desproteger nuestras familias, con tiempo y horas dedicadas a las cofradías. Gracias preciosas porque sabéis lo que significaba para mí y me habéis dado lo más grande que es vuestro amor, vuestro tiempo y vuestra comprensión.

Me sería complicado además de demasiado extenso nombraros a cada uno de los que habéis formado parte, aunque sea un instante de la cuadrilla de Confortación. Costaleros amigos, simplemente y enérgicamente muchas GRACIAS por cada uno de esos instantes que compartimos y que decidisteis ser parte de mi Familia.

Como siempre os he dicho, sin amor a la Virgen y sin amistad entre nosotros no existe cuadrilla; porque de eso trata la costalaría: de querer, de amar de respetar y der ser familia. Y vosotros me habéis llenado el corazón y me habéis respetado y os doy las gracias por agrandar la familia ‘Gorrión’, sois costaleros, sois mi cuadrilla, sois mi familia.

Daros la enhorabuena por el trabajo realizado durante estos  años, siempre mejorando y alcanzando nuestras metas. Me siento orgulloso de cada uno de vosotros. Que Dios y la Virgen os guarde y os proteja. GRACIAS por hacerme capataz. Sin vosotros y sin vuestro esfuerzo nunca lo hubiese conseguido. Ahora toca seguir remando y creciendo en nuevos retos y objetivos.

A la otra parte de mi familia mi equipo. Mi ‘equipazo’. GRACIAS. Gracias a todos los que durante estos años un día formasteis parte de mí, gracias por haberme aportado cariño, confianza y amistad.

Gracias José María Merino, mi compadre, por estar, por ser el primero en decir sí y estar siempre cerca. A mi amigo Oscar, eres un genio, a Ladislao, a Alejandro Junquera. Que sepas que tienes un ángel en el cielo. Como no, a José María Márquez ‘CHAVETA’, gracias hermano por cada rato, por cada conversación.

A mi primo José María, gracias por haber compartido conmigo una experiencia única y las que nos quedan por vivir. Y como no dar GRACIAS a mi “EQUIPAZO” del día a día.

Gracias a don Miguel Siles. Decirte que eres un grande, eres el gran descubrimiento como persona y amigo, eres honrado, cariñoso, incansable eres pasión por tu Virgen y por tu trabajo. Gracias por todo tu esfuerzo.

Carlos, gracias. Fuiste el que me llevo a ella, en el que aquel Jueves Santo me convertiste en un ángel de cristina gracias porque eres todo pasión y amor por la gente de abajo, te dejas el alma en cada chicota en cada orden en cada paso, gracias por tu día a día.

A mi amigo Alejandro de Olivera. Gracias por buscar en tus adentros, gracias por seguir amando este mundo, gracias por querer a mi familia como la quieres, me siento orgulloso de ti y me siento orgulloso de haber removido en ti lo que te apasiona. No lo dejes hermano, sigue.

Galisteo, mi Ale ‘Gorrión’. Eres mi hermano, mi confidente, el que siempre esta, el que siempre quiere aprender, escuchar, gracias por estar y amar este mundo que nos apasiona de esta manera, seguiremos juntos y espero que por muchos años.

Y como no, mi hermano Dani y en especial a mi hermano José Carlos por ser como son los dos. Los grandes desconocidos, mis talismanes, los dos tapados que con su trabajo diario y consejos me enderezan en este mundo. Gracias hermanos por vuestros consejos, por protegerme.  Gracias por demostrarme que seguimos teniendo un Ángel que nos cuida, nos protege y que desde el cielo nos sigue enseñando.

Solo unas palabras más de agradecimiento Madre mía, pero estas te las tendrás que llevártelas al cielo y se las susurras tarareando tal y como Él me tarareaba ‘Amarguras’. Dile a mi padre, si a D. Diego García de los Santos ‘GORRION’, que GRACIAS Y GRACIAS por enseñarme y ser mi maestro, que me supo inculcar que en este mundo de la costalaría lo más importante es amarte y llegar a Ti y a Dios por encima de todo. Que sigo y seguiré su camino. Que su sueño esta cumplido y sobre todo que solo espero que este orgulloso de mí y su familia.

Ahora si Madre mía:

Tras estos años, qué te digo que no te haya dicho. Que te cuento que ya no sepas. Has sido mi confidente, mi rezo en mi camino. Mi punto de mira en mis miedos, mi paz en la cercanía has sido mi sentido en un constante murmullo de notas y olores. Gracias por cuidarme por enseñarme por mostrarme siempre donde mirar donde ir y como sentir GRACIAS CONFORTACION POR UN TODO. Gracias por hacerme más persona, más cercano, por hacerme capataz.

No se me olvidara nunca que tuyo soy, que tuyo quiero ser que Tú eres mi alegría, Tú eres mi amor, Tú mi consuelo y que siempre serás mi anhelo.

Aunque me haga llorar, llego el momento más difícil, más complicado y no es decirte adiós. Es decirte un hasta pronto. Es el momento de poner en valor estos años de trabajo, de un camino de tristezas y de alegrías, de una aventura de servicio hacia ti y mi hermandad. Un camino de encuentros y desencuentros pero lleno de buenos amigos, hermanos y familia. Me quedo con lo más bonito de todo esto que es un camino que me ha llevado a ti.

Quiero contarte que me siento orgulloso por cada día, cada minuto y segundo que me he pasado pensando en Ti. Que me siento satisfecho de todo lo que ha pasado en estos años paseándote por Jerez, que estas en la cima, que estas donde debes de estar. Es el momento de irme para que puedas seguir. No estés triste, Madre mía, pues seguiré buscando esa sonrisa escondida que tanto me hace pensar. Sonríe Madre mía, sonríe pues siempre estaré, que cuando me necesites volveré y cuando me requieras querré.

Ahora, Madre mía, a por nuevos retos, nuevos sueños, nuevas ilusiones. Quien sabe quizás sea verte entre una maraña de ramas de un olivo de hojas verdes o verme al pie de una cruz o simplemente acompañando un palio ‘amargurado’, sea lo que sea. Sé que estarás cerca de mí y sabes que siempre te llevare en mi corazón

Han sido unos años preciosos, etapa que comenzaste regalándome lo que más anhelaba, cumplir con mi familia y el sueño de un padre que no dejaba de revolotear. Me has hecho sentirme grande y pequeño a la vez, fuerte y débil, constante, trabajador e incansable. Me has hecho sentir tanto… Gracias Madre mía por hacerme sentir capataz.

Me quedo con tantas cosas que me sería imposible nombrar, pero quizás la que más me apasiona es tu mirada maternal.  Te echare de menos, Madre mía. De tu capataz a su Virgen de Confortación.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios