La colmena

Magdalena Trillo

mtrillo@grupojoly.com

Casado y la misa de Franco

El PP tiene un problema de liderazgo pero también de fondo: no te puedes mover al mismo tiempo a la derecha y al centro

Empecemos por los hechos: casi medio siglo después de la muerte de Franco, en España se sigue honrando la figura del dictador con una decena de misas en las que se reza por su alma y, según el termómetro de crispación de cada año, se desempolvan más o menos banderas preconstitucionales. Granada tiene predilección por el águila. Cada 20 de noviembre y cada 2 de enero, el Día de la Toma, los dos bandos se miden en las calles. Triste nostalgia.

Ahora el relato: dice Pablo Casado que el sábado asistió con su familia a la homilía en la Iglesia del Sagrario "por error". Un cúmulo de casualidades. La primera, que el líder del PP (no el de Vox) estuviera en la ciudad precisamente un 20-N. Cierto, había motivos: tras el terremoto Ayuso, que sigue firme en su "campaña de la libertad", acudía a clausurar el congreso con el que el PP andaluz planea revalidar en San Telmo y utilizar de catapulta para llegar a Moncloa. Su siguiente mala suerte es que eligiera justamente ese templo de la capital (hay casi tantas iglesias como bares): explican desde su equipo que se alojaba cerca. Como Catedral hay solo una, admitamos pulpo. La alineación de planetas final tiene que ver con el tuitero que atrapó el momento: hace unos años, temíamos el micrófono abierto (ese en el que cayó hace unos días Juan Marín), pero ahora hay militantes de la información, móvil en mano, a todas horas y en cualquier lugar. El milagro de la ubicuidad con que sueña cualquier periodista. El resultado de hechos y relatos: Casado fue el sábado en Granada a una misa en memoria de Franco. Hay pruebas gráficas, no rumores. En cuestión de minutos, se metió en un espinoso jardín y ni el presidente del PP ni su guardia pretoriana han sabido reaccionar. ¡Qué torpeza!

Una espiral de fatalidades ha desatado una de esas inesperadas polémicas que tanto nos gustan en España: las que incendian las redes a golpe de haters y ajustes de cuentas: que si era de "carcas" mover la memoria histórica, que si los de Vox ya no podrán alentar lo de "derechita cobarde"…

Elija bando y elija tuit. Hay para todos. No voy a opinar sobre las misas a las que vaya Casado en ejercicio de su libertad. Pero importan los símbolos y, para un dirigente político que se autoproclama hombre de Estado y se ve de presidente, la exposición pública tiene un precio. Cuando se busca y cuando no. El PP tiene un problema de liderazgo pero también de fondo. Lo dicen las leyes de la Física: no te puedes mover a la derecha y al centro al mismo tiempo. Salvo que creamos el misterio de la Santísima Trinidad...

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