El premio Princesa de Asturias de la Concordia ha recaído en este 2023 en la Organización Mary’s Meals, una iniciativa que trabaja para ayudar a solucionar el hambre en el mundo a través de la educación de niños y jóvenes. Su modelo de trabajo innovador se basa en la optimización de los recursos, implicando para ello a toda la comunidad. 2,4 millones de niños reciben alimento en sus escuelas gracias a esta organización.

Mary’s Meals, trabaja en un total de 18 países de África, Asia, América Latina, el Caribe y Oriente Medio. Sus programas de comidas escolares son llevados a cabo por padres, profesores y voluntarios de las comunidades en las que intervienen. La organización controla la elaboración a través de sus monitores, que visitan los colegios regularmente para asegurar que los preciados ingredientes que proporcionan se cocinen y se sirvan correctamente, así como para ofrecer formación y animar a los voluntarios de la comunidad.

El objetivo es que cada estudiante reciba una comida nutritiva al día que se prepara con productos locales y de proximidad, siempre que sea posible. Esto ayuda también a agricultores y granjeros de la zona donde se imparten las clases. Los niños que de esta forma no son víctimas del hambre mejoran su aprendizaje. Y el hecho de que la escuela proporcione la comida supone un aliciente para asistir a las clases, que en muchos de los casos no son más que “aulas al aire libre, a la sombra de un árbol”. Las mujeres, madres y voluntarias, son parte fundamental de todo este proceso.

La Fundación Mary’s Meals Spain se conduce a través de su Estrategia de Educación para la ciudadanía global 2023-2026 cuyos objetivos son sensibilizar, formar y educar, investigar y movilizar. Los programas de alimentación escolar, la importancia de la educación en los países menos desarrollados, la problemática de género especialmente en África, y la influencia positiva de sus programas en la sostenibilidad ambiental son las principales líneas argumentales del proyecto.

El informe emitido por la UNESCO en julio de 2022 nos alertaba sobre que “solo uno de cada seis países logrará alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible de acceso universal a una educación de calidad (ODS 4) de aquí a 2030 si no se adoptan medidas adicionales. Además, se calcula que para el final de la década seguirá habiendo 84 millones de niños y jóvenes sin escolarizar”.

La nutrición y la educación son dos pilares fundamentales en el desarrollo de un niño, y en los países más desfavorecidos pueden ser, además, el motor de un posible cambio socioeconómico de sus comunidades. Quizás iniciativas como Mary’s Meals sean la esperanza para muchos niños de estos países.