Editorial: Una sentencia ejemplarizante

LA Audiencia Provincial ha confirmado las peores noticias para Pedro Pacheco al condenarle a cuatro años y medio de prisión y a ocho de inhabilitación para el empleo o cargo público por colocar a dos compañeros de partido en el Ayuntamiento de espaldas a la Ley. La Justicia ha impuesto, a la vista de antecedentes menos duros, un castigo ejemplarizante al líder del Foro y sus dos compañeros de filas atendiendo también a los nuevos tiempos de crisis y al rechazo que hoy genera la corrupción. A Pacheco le considera autor de un delito continuado de prevaricación y malversación de caudales públicos por la contratación irregular en 2005 de José López y Manuel Cobacho, en calidad de asesores en distintas empresas municipales, al margen de los acuerdos del pleno, sin concurrencia ni publicidad y sin que fuese publicado en el BOP. La sentencia hace hincapié en que Pacheco prevarica y falta a la legalidad “a sabiendas” y con “contrataciones ficticias”, siguiendo junto con sus compañeros una mecánica “tan simple como tosca y zafia” que excluye cualquier tipo de error. López y Cobacho por su parte han sido igualmente condenados a dos años y medio de prisión y dos años y tres meses de cárcel, respectivamente, como cooperadores necesarios, y entre los tres deberán indemnizar al Ayuntamiento con unos 200.000 euros. Entre los hechos probados se subraya que el exalcalde y sus dos compañeros de partido “acordaron aprovechar dicho cargo” para lucrarse con dinero público, lo cual está muy penado por la Ley. Pacheco aseguró ayer sentirse víctima de una persecución porque la Justicia pretende cargar sobre él “todos los casos” de corrupción, y sin vacilar calificó el fallo de “tremenda injusticia”. Pero lo cierto es que no pudo convencer a la Audiencia Provincial de la legalidad de las contrataciones. Antes al contrario, la Justicia le condena por haberse valido del cargo para suscribir el contrato de López “sin expediente ni trámite” y con la única voluntad de que fuese asesor a fin de que pudiera cobrar del dinero de todos los contribuyentes. El propio López llegó a admitir que su contrato fue verbal, y Cobacho que apenas aparecía por el Ayuntamiento. Lo que no quedó claro en el juicio celebrado en la Audiencia es en concepto de qué servicio o contraprestación pudieron percibir ambos sus ingresos. Según un testigo, López despachaba en los bares mientras desayunaba, un argumento que resultó ser tan sorprendente como débil, a la vista del fallo. Por más que el exalcalde siempre sorteó con éxito los tribunales, y pese a que la sentencia no es firme, este fallo sí pone contra las cuerdas a Pacheco con vistas a su futuro personal y político, lo cual es una auténtica decepción, después de haber permanecido 24 años de alcalde de Jerez, tiempo más que suficiente para comprobar que la Justicia no es un cachondeo.