HACER el bien ha de ser un acto consciente. Si no se es consciente, y aún así haces el bien, simplemente es que eres buena persona. Me llevaste de la mano en mis comienzos, a mÍ y a mi hermano Alfredo Lagos. Hiciste amigos eternos, Claudio Bohórquez, Rubín de la Ana, Salvador "el de Oregar", Domingo Ortega, David Carpio, Gonzalo el Boína… Todos sabemos lo que luchaste por el cante. Pero tu lucha fue mucho más allá. Nos has dado ejemplo vivo de honestidad. Fuiste honesto en tu cante, en tu manera de pensar, para bien o para mal, la verdad, tu verdad, la defendiste hasta el ultimo de tus días.

Me enseñaste a que la gente te valore por cómo eres en la vida, primero la persona, después el artista. Ese fue tu mejor legado. No fuiste consciente de hacer tanto bien, no fuiste consciente de ser un maestro en la vida para muchas personas. Por eso, por no ser consciente, simplemente, fuiste buena persona. Gracias maestro, tío y amigo, Álvaro Aguilar.

Mañana lunes, a las 8 de la tarde, amigos y familiares te daremos un último adiós en la Iglesia en la que fuiste bautizado, San Miguel, la de tu barrio flamenco. Descansa en paz, tío Álvaro, y como dicen en Japón, buen trabajo, 'otsukaresamadesita'.