Desde la Castellana

Alejandro Daroca

Invocaciones religiosas innecesarias

28 de febrero 2014 - 01:00

RECUERDO que siendo más joven que ahora (es un eufemismo permitido) y estando en época estudiantil, cuando llegaban los momentos difíciles de los exámenes, me ponía de los nervios. Como dicen por Conil, me 'enervaba' y con una facilidad pasmosa me encomendaba a todos los santos de los que me acordaba e incluso rezaba e invocaba la 'iluminación divina' en sustitución de lo que no había sido capaz de estudiar en meses anteriores. Como dice el diccionario de la RAE, invocar es demandar ayuda mediante una súplica vehemente. Eso es exactamente lo que yo hacía, a lo que mi madre, más realista, me avisaba: "Sólo te acuerdas de Santa Bárbara cuando truena". Está claro que nunca llegué a saber si mis invocaciones tuvieron algún resultado positivo, por mucha súplica vehemente que saliera de mis entretelas. Viene esto a cuento apreciando como algunos políticos se atreven a realizar invocaciones religiosas, de forma pública, tratando de meter a los santos en asuntos con los que no tienen nada que ver. Da la sensación que a los políticos les pasa lo que a mí en aquel entonces, o sea, que invocan a la divinidad cuando no han hecho o han hecho mal sus propias obligaciones. Pues resulta que el pasado mes de enero entró en el Congreso de los Diputados una pregunta al Gobierno, presentada por Jon Iñarritu, diputado de Amaiur (el falsamente democrático partido abertzale), que no tiene desperdicio. Cuenta el escrito oficial que en el pasado enero, en Fitur, el ministro del Interior, tras recordar a Santa Teresa de Jesús en los tiempos recios de su existencia, señaló "que la Santa estará siendo importante intercesora para España en estos tiempos que estamos atravesando". "De igual forma, el pasado año -sigue señalando el escrito del diputado- la ministra de Empleo manifestó que "la Virgen del Rocío ha hecho un regalo en nuestra salida de la crisis y en la búsqueda del bienestar todos los días a los ciudadanos" y la ministra acabó su comparecencia pública con un "Viva la Virgen del Rocío". Más adelante el escrito señala que en 2012 el Gobierno impuso la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil a la Virgen del Pilar y el diputado se extiende en una serie de consideraciones sobre la circunstancia de que el Estado Español sea aconfesional, según la Constitución y parece extrañarse de que encima estas intervenciones de los ministros fueron realizadas en tono serio y que recuerdan épocas pretéritas del nacional-catolicismo, para acabar preguntando al Gobierno:

1.-¿Cómo considera el ministro de Interior que intercede Santa Teresa de Jesús por España? 2.-¿Cuál es el papel de la Virgen del Rocío en la salida de la crisis? 3.-¿Ha notado mejoras el ministro del Interior tras la condecoración a la Virgen del Pilar? ¿Cuáles? 4.-¿Estima el Gobierno que hay más intercesiones divinas y sobrenaturales en la situación actual del Estado? ¿De quiénes? Y al final el diputado abertzale acaba preguntando al Gobierno si quiere volver a convertir al Estado en confesional. Es verdad que ciertas formas y frases son de las más rancias tradiciones españolas pero también empieza a ser cierto que, aparte de sus creencias personales, los ministros no pueden ni deben realizar públicamente estas invocaciones a santos y deidades porque resultan totalmente innecesarias e incluso ofensivas para otros españoles. Aparte de que resulten totalmente necias en un Estado aconfesional solo faltaría que echáramos en cara a nuestros Santos que no se creen puestos de trabajo. ¡Con el ímprobo trabajo que tienen Santos, Vírgenes y Cristos en salir en multitud de procesiones!

darocabruno@gmail.com

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