Programación Guía completa del Gran Premio de Motociclismo en Jerez

Línea de fondo

Santiago Cordero

Santiago.cordero@jerez.es

Efecto Nadal

La humildad de nuestros deportistas

En los últimos tiempos estamos asistiendo a una saga de deportistas y campeones que parecen estar tocados por el 'efecto Nadal'. Personas que triunfando en sus respectivos deportes lo hacen desde la humildad, sin que los logros, los campeonatos, las medallas o las internacionalidades se le suban a la cabeza.

El otro día debutó como portero de la selección española de fútbol David Raya, un chaval de Barcelona que se fue muy jovencito, 16 años, a Inglaterra en busca de su oportunidad como guardameta profesional. Allí llegó a jugar en la quinta división, donde los jugadores ganaban algo que le servía para completar el sueldo de su verdadero trabajo. David recordando esos momentos antes de su debut con España decía: "Allí me tenía que volver con la ropa, me la lavaba yo. Fue un toque de realidad. Lo agradecí mucho y lo tengo siempre muy en cuenta. Gracias a esos meses estoy hoy donde estoy " para concluir de esta forma tan lapidaria: "Fueron de los mejores meses de mi vida, porque los disfruté muchísimo. Y en todos los sentidos. Es el fútbol, la vida. Un día contarás el camino que has tenido, pero también que ha costado mucho".

El resto del camino ha sido sufrido, pero maravilloso. Y es aquí, ahora, cuando cobra verdadero significado su reflexión. Por eso hablo del efecto Nadal, porque podríamos decir que sigue siendo un ejemplo para cualquiera de nosotros. De hecho, hace un par de semanas la extenista y número uno del mundo, Martina Navratilova comentaba admirada un gesto que había presenciado de Rafa Nadal: "Estaba en el gimnasio con él y ambos entrenábamos en una bicicleta estática. De repente, un fan se acercó y le pidió un autógrafo mientras estaba en la bicicleta estática". El tenista mallorquín interrumpió su rutina para firmar el autógrafo y Martina dijo: "Si tuviera un sombrero me lo quitaría, probablemente yo en su lugar le hubiera reprendido".

Yo siempre meto en el mismo saco de Nadal a Pau Gasol, a quien considero una persona integra y, sin duda, otro de los grandes embajadores de nuestro deporte.

También me llenó de satisfacción escuchar a Mariano García, tras proclamarse campeón del mundo de 800 metros lisos en pista cubierta señalar "que no corría ni por dinero, ni por fama. Todo ese mundo no me interesa. Busco divertirme y disfrutar de cada momento”. Y luego añadió que “me gustaría poder ser profesor de educación física y transmitir todos mis conocimientos y mi experiencia a los más jóvenes. Inculcar el estilo de vida deportivo es muy positivo para todo el mundo".

Si imaginan con un poquito del efecto Nadal a muchos de nuestros políticos, otro gallo nos cantaría, pero de momento tendremos que seguir haciendo de tripas corazón, hasta que no podamos más.

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