Tribuna libre

Junta directiva de amigos de Quiñones y 32 firmas

A quien corresponda

"Bien mirado, puede que tan andaluces sean Séneca o Juan Ramón Jiménez como Rafael ‘El Gallo’ o Lola Flores. De alma digo, no ya de nacimiento".Fernando Quiñones, 'Mijita del freidor de 6 de enero de 1991' en Diario de Cádiz.

En 2018, se han cumplido 20 años de la muerte de Fernando Quiñones. Y decir Fernando Quiñones es decir Cádiz, Cádiz Provincia. Un hombre polifacético, inteligente, hiperactivo, como le define su hija Mariela, nacido en Chiclana pero ciudadano del mundo, nos dejó un legado tangible en sus escritos y en toda su obra e intangible en su espíritu. Un espíritu que tenemos que mantener vivo porque lo merece.

Autor de Cinco historias del vino, alguna enmarcada en Jerez, Fernando Quiñones creó y presentó los primeros programas de flamenco que se hicieron para Televisión Española; lidió con la censura en unos años difíciles organizando el festival de cine Alcances, para el que diseñó una caracola con el ojo del Che; destacó en el periodismo y en la Literatura además de defender la cultura andaluza hasta sus últimos días. Jorge Luis Borges lo catalogó como uno de los mejores narradores hispánicos contemporáneos y, de hecho, fue finalista del premio Planeta en dos ocasiones con La Canción del Pirata y Las mil noches de Hortensia Romero, grandes obras maestras para nuestra Literatura.

Quizá por ese motivo sigue funcionando la Fundación que lleva su nombre en Chiclana y una asociación de amigos y de amigas de Quiñones que divulga la cultura por todos los rincones que le es posible, orgullosas de contar como patrón con el grandísimo Don Fernando Quiñones. Recientemente el Ayuntamiento de Cádiz ha abierto el Espacio Literario Fernando Quiñones en la puerta de la Caleta, frente a la escultura que el artista Luis Quintero realizó para que mirase eternamente a su playa. La Diputación de Cádiz ha realizado a través de su Servicio de Vídeo un magnífico documental que actualiza lo que la esencia Quiñones nos dejó como herencia cultural y vital. La Universidad de Cádiz ha celebrado un Congreso Internacional del que pronto se publicarán sus Actas. Por su parte, la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía lo ha nombrado como clásico andaluz, editando una antología y un catálogo de su obra junto a una exposición que recorre nuestra comunidad. De Camarón a Cepero, de Juan José Téllez a Felipe Benítez Reyes se cuentan a cientos sus admiradores y seguidores.

La envergadura de su obra es fácil de contar con números: 68 años de vida, 70 obras, 26 libros de poemas, 17 libros de relatos, 8 novelas, 3 obras de teatro, 10 ensayos y artículos de flamenco y toros, 1 ensayo de Geografía de Andalucía, 3 ensayos de literatura y artes, 7 antologías propias, está presente en 33 antologías de poemas, en 22 antologías de relatos, 5 volúmenes recopilatorios de artículos en prensa, 1 mujer, 2 hijos, 2 nietos y un montón de amigos que leen, interpretan, cantan, sacan a la calle y viven su obra en una ruta cultural única que el 30 de marzo celebrará su novena edición.

Una escuela de hostelería lleva su nombre en Cádiz, un Instituto de Enseñanza Secundaria en Chiclana y otro en Jerez de la Frontera. Pocos nombres para una obra tan grande, para un espíritu tan inmenso. Y en medio de este júbilo nos enteramos de que el centro educativo de Jerez ha aprobado por mayoría de su Claustro y Consejo Escolar, la sustitución de su denominación por el nombre de Lola Flores. Las aves de paso que somos los docentes y padres en las comunidades educativas, tenemos efectivamente el derecho a proponer el cambio de nombre de un centro escolar. Pero cuando esa propuesta carece de argumentos de peso para llevar a cabo la sustitución, cuando el cambio se antoja caprichoso y representa un agravio, un desprecio y casi una reprobación, conlleva el malestar de todos aquellos que se sienten inmersos en el mundo de la Educación, de la Cultura y de Andalucía. Como hemos señalado, están en su perfecto derecho de elevar la propuesta. Sin embargo, antes de consumar el desatino, nos gustaría pedirle al máximo responsable de la Administración Educativa en el IES Fernando Quiñones de Jerez, que es su director, que se acerque a la obra de Quiñones, a sus escritos, sus creaciones, sus cantes, a todo lo que él defendió y a los motivos por los que los primeros moradores de sus aulas decidieron ese nombre.

La Junta Directiva, los socios y socias de Amigos de Quiñones, al igual que todos los Quiñoneros y Quiñoneras que se hayan dispersos por este mundo, sabe usted que se lo están pidiendo a gritos. Rectificar es de sabios y aún están ustedes a tiempo. Muchas gracias.

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