Santiago merece más

Un nuevo episodio de delincuencia en la calle Nueva vuelve a echar sal sobre la herida -nunca cerrada y cada vez más abierta- del barrio de Santiago, santo y seña de la ciudad que languidece poco a poco esperando y desesperando por una solución tajante a la delicuencia que campa a sus anchas por sus calles, con clanes conocidos y establecidos desde hace tiempo que gozan de una increíble impunidad. Es imprescindible que las administraciones se pongan de acuerdo y actúen de forma urgente para erradicar esta lacra de Santiago -y de la ciudad- de una vez por todas.