En tránsito
Eduardo Jordá
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En tránsito
Para cientos de miles de criaturas aparentemente racionales -muchos de ellos catedráticos, artistas, intelectuales y periodistas-, ERC y Bildu son dos partidos impecablemente democráticos y perfectamente progresistas. De hecho, estos dos partidos forman parte del llamado "bloque progresista" y siempre reciben los elogios del "mundo de la cultura" y del "mundo del pensamiento progresista" (sea esto lo que sea). Por lo visto, nadie se ha dado cuenta de que estos partidos -como todos los partidos ultranacionalistas- se fundan en una ideología supremacista y xenófoba que desprecia a las minorías y que profesa un amor delirante a la lengua y a la madre patria (según ellos, oprimida). Por supuesto, estos partidos disimulan su ultranacionalismo bajo un colorido disfraz arcoíris con propuestas ecologistas y feministas y LGTBI. Pero todo es una patraña. Su ideología fundamental sigue siendo la misma: ultranacionalista, xenófoba y supremacista. No hay más. Y el que no quiera verlo es que está cegado por sus prejuicios ideológicos, igual que aquellos santos varones del desierto que se arrancaban los ojos para no ver las pecaminosas realidades del mundo (el demonio y la carne, se entiende).
Los seudo-humoristas catalanes que se han burlado en TV3 de la Virgen del Rocío no se burlan de la religión católica, que les importa un pimiento, sino de los andaluces, que les parecen un colectivo formado por idiotas, vagos, incultos y catetos. Hace años se burlaban de Sergio Ramos con unas bromas que recordaban las que se usaban en Estados Unidos, en los tiempos de la segregación racial, contra los negros que aparecían en el cine o en la radio como un hatajo de idiotas que sólo servían para robar gallinas y jugar a los dados. Esas burlas forman parte del ideario del supremacismo ideológico. Y no de la superficie, sino del tuétano más profundo. Y en este sentido, la Virgen del Rocío que apareció en el programa era otra variante del "arquetipo" andaluz: una mujeruca medio idiota aquejada de furor uterino.
No le tengo ninguna devoción a la Virgen del Rocío y creo en la libertad de expresión, así que no pediré a nadie que censure ese programa. Ahora bien, amigos defensores del gobierno Frankenstein, no insultéis a la inteligencia llamando "progresistas" a esta banda de fascistas. Por favor, un respeto.
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