Tras cuatro años sin grabar el grupo macedonio Synthesis publica este su sexto álbum, período que no se ha visto condicionado para que la formación eslava estuviera plenamente activa dando conciertos a lo largo de la geografía de su país y del extranjero.

En éste registro Synthesis se entrega a la difícil tarea de la recuperación del sorprendente legado histórico musical de este ancestral territorio. Es pues un redescubrimiento de la historia de Macedonia, un intento de reafirmar una identidad que se ha visto perturbada a través de los siglos.

Diez cortes que invitan a un viaje imaginario poblando nuestro corazón de imágenes que nos transportan a los Balcanes sin necesidad de estar físicamente, tratando de crear una nueva experiencia sonora cuyo argumento musical se sostiene sobre la tradición musical macedónica y en la que predominan un rico y basto repertorio de ritmos complejos e irregulares poniendo de manifiesto que tal diversidad rítmica y, arcaica, aún sigue vigente en estas tierras, ritmos rotos o cojos de los que en España todavía conservamos algunas magníficas muestras.

Músicos que proceden del ámbito académico ha sabido sortean con facilidad la rigidez que a veces suelen imponer estos intérpretes a las músicas populares. Saben los macedonios entablar un diálogo fluido entre lo popular y lo artístico, entre los sonidos antiguos y los de nueva generación.

La voces femeninas, inclasificable desde el punto de vista canoro, se rebelan harto interesante por sus particulares modos de vocalizar así como por su tan característico timbre. En cuanto al maridaje de instrumentos tan delicados como la gaida (gaita) zurla (oboe) kaval (flauta) o tambura con instrumentos clásicos como el piano resulta sencillamente agradable, la utilización de estos instrumentos si no se usa con equilibrio suele resultar cargante, pero, ya digo, no es este el caso.

Resistencia ha apostado una vez más por músicas e intérpretes con contenido, teniendo en cuenta como se encuentra el mercado actual del disco, ha sido una apuesta arriesgada que ha merecido la pena y de la que sin duda sacarán buenos frutos