La esquina
José Aguilar
Yolanda no se va, se queda
HA dicho el portavoz de la Conferencia Episcopal Española que, en España, un matrimonio civil tiene menos fuerza que un contrato con una compañía de telefonía. Que es más fácil divorciarse que darse de baja en cualquier operador de comunicación. A ver, páter, ¡menudo ejemplo! Es que más fácil que eso es contar chinos o que el Ayuntamiento de Jerez tenga contento a sus proveedores, nos ha fastidiado. Usted es que nunca se ha intentado borrar de esas empresas para irse a otra. Te piden más papeles que a Ruiz-Mateos, y luego te están dando el soberano tostón con ofertas durante semanas, llamándote a la hora de la siesta, justo en el momento en que, en La 2, el leopardo está a puntito de zamparse al ñu o al impala, pobrecitos, y tú estás con el mando medio grogui.
Ponga usted otro ejemplo, buen hombre, que sí que es verdad que hay matrimonios que duran menos que un Burger King en Irán, pero es que lo de los telefonitos y los contratos no sirve, ya le digo, porque más fácil que quitarse de un operador para irse a otro es casi todo lo demás. Aunque, ahora que lo pienso, no estaría mal, para aliviarse de tanto papeleo de separaciones y tortazos varios, que el Ministerio del Interior o el de Justicia instalara unos prácticos contestadores para divorcios y pleitos caseros. Una voz enlatada y sin oportunidad para la réplica nos contestaría (después de llamar trescientas dos veces): "Bienvenido al servicio de Teledivorcio o Patada Expres del Ministerio de Justicia. Para mandar a su marido a esparragar, pulse 1. Para mandar a su esposa con la música a otra parte, pulse 2. Para denunciar a sus suegros por jartibles, pulse 3. Para denunciar a su hijo de trece años por llegar del botellón a las tantas, pulse 4. Para protestar por cómo le ha desvalijado su esposo la casa antes de largarse a vivir con el lechero, pulse 5. Para ciscarse en su familia política, pulse 6. Si no desea ninguna de estas opciones, pulse 0 y espere sentado a que un funcionario le atienda. Gracias por su llamada y feliz pleito. Ministerio de Justicia. Gobierno de España.
También te puede interesar
La esquina
José Aguilar
Yolanda no se va, se queda
Por montera
Mariló Montero
La duda razonable
En tránsito
Eduardo Jordá
Extremadura
Manual de disidencia
Ignacio Martínez
El laboratorio extremeño