A qué punto hemos llegado con la jodida crisis, que nos conformamos con decir que hay sólo 179 parados más. ¡A ver cómo se siente cada uno de ellos, joé! Mi amigo tiene absolutamente claro, y yo lo comparto, que cada situación de desempleo es un drama y más aún cuando dicha situación se produce a determinadas edades. Además está mosca con tantas regulaciones de empleo "temporales" como hay, pues piensa… cuando una empresa vea que puede seguir abierta durante un año con la mitad de la plantilla… ¿va a volver a colocar al mismo número de trabajadores que tenía? En fin, que ninguna noticia relacionada con el paro puede tener una lectura optimista. Sólo la creación de empleo puede ser vista de forma positiva. Lo demás son monsergas.

Por otro lado parece que va a haber jaleillo entre los sindicatos por el tema de la policía local. Si les van a dar dinero como algunos afirman, se sabrá pues no es posible pagar a escondidas ¿no? De su legalidad dará cuenta el interventor municipal que para eso está, dice mi amigo. Además se sorprende de que el objetivo no sea que todos los trabajadores ganen más, sino que algunos NO ganen más. ¡Inaudito! Cualquier trabajador querrá ganar más dinero pero mi amigo duda mucho que a nadie le pueda reconfortar que otros ganen menos… ¿o es sólo por joder? En fin…

Menos mal que entretanto los listos esos del G-20 han llegado a acuerdos en Londres. Mi amigo quiere hacer una propuesta a nivel mundial desde estas páginas del Diario para acabar con la crisis para siempre, al menos en varias generaciones. ¡No den un duro a ningún banco de ese billón de dólares que van a soltar! ¡Ni un duro! En cambio, como somos 6.700 millones de seres humanos, si nos reparten ese billón a todos por igual, nos toca a cada uno 111,2 millones de euros, es decir 18.502 millones de las antiguas pesetas (sin contar la calderilla). Les aseguro que con eso todos podremos comer, pagar hipotecas, consumir, guardar en los bancos y dejar a nuestros hijos un futuro mejor. ¿Por qué no se lo plantean? Ah, y dennos sólo la cifra bruta… ¡la calderilla para ustedes!