CATAVINO DE PAPEL

Manuel Ríos Ruiz

Ante el centenario de Manolo Caracol

10 de noviembre 2008 - 01:00

EL día 7 de mayo de 1909, nació en la casa número 10 de la calle Lumbreras de Sevilla el cantaor Manuel Ortega Juárez, carteleramente Manolo Caracol. Estamos, por lo tanto, a ocho meses de su centenario. Y las entidades culturales flamencas se proponen celebrar la efemérides con distintos actos en su honor y memoria, como corresponde a su importancia en la historia del cante flamenco.

Es posible que Manolo Caracol sea la culminación de la dinastía flamenca más significativa del devenir flamenco, la que procede de El Planeta, continúa con El Fillo y se engendra con el cruce de los descendiente de Curro Dulce y El Gordo Viejo. Una sangre más destilada en la gitanería de la Bética no la hubo nunca y difícilmente será posible la repetición del fenómeno. Manolo Caracol, por lo tanto, llevaba el cante más en la sangre que en la cabeza. Su naturaleza espiritual y física no conocía otro mundo que el flamenco. De ahí que fuera y es su prototipo. Cantaba flamenco porque vivía en lo flamenco. Nunca tuvo que pensar en el cante porque se creía, y quizás lo fuera, el cante mismo. Esa era la impresión que trasmitía. Manolo Caracol había aprendido todo el cante sin darse cuenta, casi sin saberlo. Asumió el cante cuando nacía y por tamaña causa lo improvisaba en cada tercio. Y de todo el cante de su gente hizo el suyo sin esforzarse lo más mínimo. Y el cante parecía que tomaba plasticidad con su figura. Por otra parte, su voz era la voz adecuada para interpretarlo. O sea, era la voz que la imaginación popular creó, la voz cantaora por excelencia. Con ella fue un intérprete que, sin perder jamás las lindes de su arte, la esencia del cante jondo, supo pasarlas y seguir siendo auténtico, genuino por los atributos de su genialidad. Sí, tataranieto de El Planeta por línea materna, biznieto de Enrique El Gordo y de Curro Dulce, nieto de El Águila, sobrino-nieto de Paquiro, Rita y Gabriela Ortega Feria -la madre de Los Gallos- y Manuel Ortega Feria, sobrino de Gabriela Ortega Fernández y del torero El Cuco, primo de El Almendro -torero y cantaor- y de Carlota Ortega Morales, hijo de Manuel Ortega Fernández -Caracol el del Bulto- y de Dolores Juárez Soto, Manolo Caracol a los trece años ganó el Concurso de Cante Jondo de Granada (1922). Y en 1930 contrajo matrimonio con la jerezana Luisa Gómez Junquera. Sus descendientes: Luisa, Manuela, Enrique y Lola, le salieron artistas, como sus nietas Salomé y Jordana. En 1969 le es concedida la Real Orden de Isabel la Católica y en 1972 grabó su último disco: "Mis Bodas de Oro con el Cante". Murió en Madrid, al año siguiente en accidente de tráfico. Nos ha legado su discografía y sus películas cinematográficas. Los poetas le han cantado conmovidos. Recordemos estos versos de Rafael de León: "Tronco de faraón, niño y gigante./ Olivo y ruiseñor de voz templada,/ que sabes encender la madrugada/ con la llama de fragua de tu cante". Ante la proximidad del centenario de su nacimiento, esperamos los justos homenajes a su figura y su arte.

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