Crónica Personal

Pilar / Cernuda

La entrevista

22 de enero 2014 - 01:00

NO es dado a entrevistas y tampoco se prodiga excesivamente en los medios de comunicación desde que es presidente, por eso interesaba verle ante Gloria Lomana. A Rajoy se le notaba cómodo en las preguntas de corte económico y también cuando quiso expresar su respaldo a los ministros más cuestionados, más polémicos, daba la impresión de que quería hacer público su apoyo a quienes se ven en el ojo del huracán, Gallardón, Wert, Montoro y Soria, a los que defendió sin paliativos.

Lo más importante fue su afirmación tajante de que tiene estrategia para hacer frente al desafío independentista de Artur Mas. No desveló en qué consiste esa estrategia, no puede hacerlo porque sería dar pistas al adversario, pero fue tranquilizadora la contundencia con la que dijo que no habría consulta ni tampoco independencia. Que el Congreso de los Diputados haya aprobado este martes que el debate sobre la transferencia de las competencias sobre consulta se aplace hasta la primavera sin duda forma parte de esa estrategia: el retraso desbarata el calendario que había proyectado el presidente de la Generalitat, le puede provocar un ataque de nervios al ver que se le echa el tiempo encima cuando ya ha fijado fecha para la celebración de la consulta.

Menos fino estuvo Rajoy en su defensa a ultranza de la infanta Cristina. Bien que considere que como cualquier ciudadano español tiene derecho a la presunción de inocencia, bien su afirmación de que cree en su inocencia, y dudoso tirando a mal cuando dijo que le "iría bien" en su comparecencia ante el juez Castro. Con esa afirmación tan tajante ha dado pie Rajoy a quienes llevan tiempo diciendo, sin ningún tipo de pruebas, que desde el Gobierno se presiona a jueces y fiscales para que la infanta salga del caso Urdangarín limpia de haber cometido cualquier tipo de irregularidad o delito. El siempre cauto Rajoy ha pecado de imprudencia, lo que es más grave después del polémico escrito del fiscal Horrach contra la imputación del juez Castro, que tanto daño ha hecho a la credibilidad de la infanta y a su propia situación procesal.

La entrevista tuvo su aspecto más positivo en el campo económico, al que por otra parte Rajoy ha dedicado el máximo esfuerzo. Por no decir todo su esfuerzo. No quiso hacer pronósticos con cifras concretas, pero la seguridad con la que dijo que antes del final de legislatura se apreciará el trabajo realizado para crear empleo fue esperanzadora. Ojalá no se equivoque, ojalá sea cierto que el sacrificio que ha pedido a los españoles, haya servido.

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