Descanso dominical
Javier Benítez
Paco
Hace unos días el Taco-Calendario publicó un pequeño artículo dedicado a la “alabanza constructiva”, así llamada a la que tiene relación con los hechos, los esfuerzos y los logros reales. No se limita a elogiar los buenos y brillantes resultados, sino los esfuerzos personales, los medios puestos en práctica y la forma de hacer las cosas. Este comentario me sirve para traer el recuerdo de Jaime González-Gordon porque creo sinceramente que fue siempre un ejemplo de alabanza constructiva por su modesta forma de actuar, sus indiscutibles méritos, su jerezanía, su enorme fervor rociero, sus aportaciones a la convivencia con alegría y optimismo, su defensa de la naturaleza en los Parques Naturales de los Alcornocales y Doñana, sus actividades agro-cinegéticas y su siempre vocación bodeguera, desempeñada con ilusión y entusiasmo en una etapa de su vida profesional. Creó la Fundación con su nombre y a través de ella, por sus realizaciones, consiguió importantes premios por la defensa del entorno medioambiental, por su apoyo a iniciativas y por la creación de becas para estudiantes. Todo ello lo protagonizó Jaime con una forma íntima y personal de hacer las cosas, con modestia y sin alardes.
Los jerezanos nos unimos al dolor de toda la familia González-Gordon, deseándole a Jaime el eterno descanso y la luz perpetua, acompañado de Elisa, su querida y fiel compañera siempre.
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