La esquina
José Aguilar
Las pelotas de Bildu
La esquina
EL PSOE andaluz obtuvo el 22-M su peor resultado de la historia autonómica: el 35% de los votos. Algo menos que Griñán y cuatro puntos porcentuales menos que Chaves en 1994. Si lo respaldó el 35% de los andaluces que votaron, eso quiere decir que el 65% no lo apoyó. Su opción recibió poco más de la mitad de votos que las demás opciones juntas.
Creo que Susana Díaz, como candidata de la minoría más numerosa (el 43% de los escaños gracias al señor D'Hont), debe ser quien gobierne Andalucía. Pero haría bien en tomar nota de los datos recordados aquí arriba y obrar en consecuencia. Su investidura como presidenta depende del sentido de la responsabilidad de los cinco grupos parlamentarios salidos de las urnas. En primerísimo lugar, del suyo propio.
No se está vislumbrando en el PSOE andaluz una actitud acorde con su condición minoritaria y su debilidad objetiva ni adaptada al nuevo tiempo de pactos y concesiones. Su portavoz y negociador, Mario Jiménez, propone con absoluto desahogo que el PP (33 diputados) tenga en la Mesa del Parlamento una tercera parte de miembros que el propio PSOE (47): uno, exactamente la misma representación que Podemos, Ciudadanos e IU. ¿Qué oferta es esa?
La presidenta llega aún más lejos. A unas declaraciones prudentes de Mariano Rajoy pidiendo que Susana Díaz explique su programa a los grupos para que éstos puedan pronunciarse sobre su investidura responde con artillería gruesa: es irresponsable que el presidente del Gobierno esté boicoteando la estabilidad de Andalucía. ¿De qué boicot habla?
Les está faltando la humildad que exige la nueva situación política andaluza. No pueden pretender sacar adelante todos sus objetivos: que Susana sea elegida presidenta, que Podemos y Ciudadanos permitan su investidura sin contrapartidas y, además, que el Partido Popular quede arrinconado en el papel de malo, boicoteador y enemigo de la estabilidad. Por ahora quien ha provocado más inestabilidad en Andalucía es quien disolvió un gobierno estable alegando que sería inestable dentro de unos meses y adelantó las elecciones. Ojalá todo vaya bien en la investidura, por el bien de Andalucía, pero si va mal la responsabilidad será de todos. De unos más que de otros. No escribamos relatos tramposos.
Se necesita el ingreso urgente de los cinco grupos parlamentarios en la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y de la Paciencia.
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