La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Sin vergüenza

Torpe maniobra tapar con lo de no haberse lucrado la realidad de las condenas por prevaricación y malversación

El martes dijo Espadas en Sevilla: "Hay que volver a recordar que la sentencia de la Audiencia recurrida en ningún caso afirmó que los presidentes Chaves y Griñán o los miembros del gobierno andaluz procesados se han llevado dinero… Más allá del fallo, nos ratificamos en la honorabilidad de estas personas, que han dedicado su vida al servicio público y en cuyos mandatos se ha producido buena parte del progreso de Andalucía".

El miércoles dijo Sánchez en Varsovia: "Ambos dimitieron de sus responsabilidades políticas hace más de un lustro, es más, ni tan siquiera han sido acusados de haberse lucrado, ni haberse llevado un céntimo, ni haber financiado irregularmente organizaciones políticas. Por tanto no hubo enriquecimiento personal, lo que sí hubo fueron dimisiones… Hemos condenado siempre los comportamientos de quienes se aprovecharon de un mecanismo aprobado por el Ejecutivo andaluz que ayudó a cientos de trabajadores y de empresas en momentos de muchísima dificultad. En todo caso, ni de Chaves ni de Griñán se puede afirmar que hayan tenido nada que ver. En este caso, están pagando justos por pecadores".

Resalto la machacona tarara de no haberse llevado ni un céntimo. ¿Por qué niegan algo que no figura en las condenas? ¿Para tapar con lo de no haberse lucrado la realidad de las condenas por prevaricación y malversación? Porque se les oye una y otra vez negar el enriquecimiento personal delictivo o la financiación del partido -apuntando a otros casos del PP y olvidando, en lo que a la financiación irregular se refiere, la condena por el caso FILESA- y jamás referirse a las malversaciones y prevaricaciones juzgadas, probadas y condenadas.

Resalto también lo de "están pagando justos por pecadores" de Sánchez y "la honorabilidad de estas personas" de Espadas. Es otra reiteración machacona del PSOE: no sabían lo que pasaba, se aprovecharon de ellos, a sus espaldas y sin su conocimiento se formó una gigantesca trama de corrupción, no existieron hasta 15 informes advirtiendo de las irregularidades... Luego -¡horror!- vivimos en un país en el que se condena a servidores públicos justos y honorables mientras los pecadores quedan libres.

Como don Quijote, "soy enemigo de que se le quite la honra a nadie". Pero también como él creo que "cada uno es hijo de sus obras", caso de los condenados; y de sus palabras, añado, casos de Sánchez y Espadas.

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