Andalucía sigue a la cola de España en educación

No supone ningún avance que la brecha con el resto de España se haya reducido porque sus resultados ahora son peores

Los estudiantes andaluces ocupan, una vez más, los últimos puestos entre sus compañeros del resto de España en dos materias básicas para la educación: matemáticas y ciencias. Así se desprende del informe PISA 2018, que se acaba de dar a conocer. Por detrás de Andalucía sólo quedan Extremadura, Ceuta y Melilla. El complejo estudio estadístico es el mayor examen sobre competencias educativas que se realiza en el mundo y está auspiciado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Los resultados de esta comunidad arrojan una mínima mejoría de un punto en matemáticas respecto a los de 2015 y baja en dos puntos en ciencias. Sin embargo, la brecha con la media española se reduce ligeramente porque los alumnos españoles, en general, han retrocedido más que los andaluces en particular. Aunque este tipo de barómetros hay que situarlos en su contexto y no elevarlos al rango de indiscutibles, su serie continuada sirve para reflejar esa tendencia negativa que se aprecia en cada capítulo sin que la autonomía logre revertirla. Andalucía tiene un problema estructural en Educación. Y no supone un consuelo que España tampoco pueda presumir de sus números. Obtiene como media 471 puntos frente a los 489 que registran los países de la OCDE. La región andaluza se queda en 467. Queda claro que España necesita un gran pacto que los partidos políticos son incapaces de acordar. Es más, la Educación se usa como arma arrojadiza entre las distintas formaciones. Cada nuevo Gobierno sucumbe a la tentación de elaborar una ley propia sin contar con el resto, y los fracasos se acumulan con la misma rapidez con la que cambia la nomenclatura de las normas que quieren combatirlos. El problema es aún mayor en Andalucía, por lo que es necesario tomar medidas con urgencia que sólo podrán comenzar a dar resultado a medio y largo plazo. Se trata de una carrera de fondo que debería consensuarse porque a día de hoy nadie sabe cuándo se podrá cruzar esta meta. El ejemplo de Galicia puede mostrar el camino. Los alumnos gallegos han obtenido las mejores notas de España y han superado también la media de la OCDE. La Xunta decidió aplicar la metodología Stem para introducir las nuevas tecnologías en el aprendizaje de las materias científicas y matemáticas. Pero, sin lugar a dudas, cualquier esfuerzo pasa por mejorar la inversión tanto para manejar las nuevas herramientas por parte del alumnado como en la formación del profesorado. La realidad no admite más demoras ni excusas.

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