La incontestable victoria en las elecciones municipales del Partido Popular, que gobernará con mayoría absoluta, certifica el cambio de rumbo en la ciudad avalado por más del 40% de los votantes, lo que volverá a dar el bastón de mando del Ayuntamiento a María José García-Pelayo. Jerez ha dado un giro a la derecha con la mayoría del PP y la irrupción de Vox, que entra en el Consistorio aprovechando la corriente nacional, la misma que ha borrado del mapa a Ciudadanos y ha dejado al PSOE hundido. Se abre así un nuevo escenario en Jerez después de ocho años de gobierno socialista con el regreso al Ayuntamiento de los populares, que han rebasado a una izquierda fragmentada alrededor de un PSOE que no ha podido superar el desgaste de las siglas en todo el país, pese a mejorar en número de votos los resultados de las elecciones andaluzas del pasado verano.

Pero el gobierno de Jerez no es un caramelo: la cuarta ciudad de España con mayor tasa de paro es una reválida para sus gobernantes, con las cuentas bajo la lupa y el examen continuo de Madrid por la enorme deuda que arrastra. García-Pelayo tiene el aval de la mayoría, lo que le evita incomodidades y roces con socios de gobierno, y tendrá como reto aprovechar la presencia de Juanma Moreno en la Junta sin entrar en peleas estériles con el Ejecutivo central, discusiones que tradicionalmente en nada han beneficiado a la ciudad. Mano izquierda desde el centro-derecha porque la ciudadanía quiere -y necesita- resultados tangibles basados en una buena gestión que hoy se antoja más necesaria que nunca.

Cuatro años por delante tiene el Partido Popular para avanzar en la modernización de la ciudad con desafíos a corto y medio plazo. García-Pelayo y su equipo han de convertir en realidad las promesas electorales realizadas en las últimas semanas. Toca por tanto aplicarse a fondo y apretar los dientes porque Jerez no tiene un minuto que perder.