La campaña de vacunación contra el Covid 19 cumple dos años y todo indica que proseguirá a medio plazo. Más de 39 millones de españoles mayores de 12 años han recibido la dosis completa, lo que supone casi un 93% de la población. En Andalucía, en estos 24 meses se han inoculado más de veinte millones de unidades y se estima que la primovacunación, es decir, el porcentaje de personas que se considera inmunizada frente al virus, alcanza al 88% del total. Un informe de la prestigiosa revista The Lancet, referido a 2021, estimaba que las vacunas habían logrado salvar más de 456.000 vidas en España. De ellas, si realizamos una simple extrapolación, más de 80.000 corresponderían a la comunidad andaluza. Sólo hay que recordar que al coronavirus se le atribuye su presencia en 15.587 fallecimientos, los reconocidos oficialmente hasta ahora en la región. Si echamos la vista atrás, únicamente los más recalcitrantes negacionistas pueden discutir el éxito de la ciencia para encontrar en menos de 50 semanas un antídoto eficaz contra esta última pandemia que soporta la humanidad. Las vacunas son el salvoconducto que nos han permitido regresar al territorio de la normalidad. Buena prueba representan estas celebraciones navideñas. Con índices de contagios que recuerdan a las peores olas del año pasado, en Andalucía apenas hay unos 200 ingresos por Covid en hospitales y una veintena de pacientes en las UCI. Unos datos positivos que han provocado que parte de la población de riesgo haya bajado la guardia ante las necesarias dosis de refuerzo. Bien por una fatiga pandémica o porque, sencillamente, el temor se observa más lejano. Además, se ha cruzado la gripe en este calendario de inyecciones. Pero como se ha encargado de remarcar David Moreno, director del Plan de Vacunaciones de Andalucía, "no estamos fuera de peligro". El mensaje de alerta debe calar tanto en los andaluces como en las administraciones.