Genocidio y hambre

EDITORIAL

28 de julio 2025 - 03:05

En Gaza se está cometiendo un genocidio, mientras el mundo mira para otro lado. A la situación desesperada que atravesaba la franja por la violencia sin límites desatada por Israel se ha unido la hambruna provocada por el colapso de la ayuda humanitaria y la utilización de esta circunstancia como un arma de guerra más. Las noticias y las imágenes que llegan desde el escenario de la tragedia recuerdan a las peores crisis de África o Asia durante el siglo XX. Las imágenes de niños al borde de la muerte por inanición, en medio de un paisaje de destrucción, son devastadoras. La responsabilidad de lo que está ocurriendo tiene dos nombres: Benjamín Netanyahu y Donald Trump, empeñados en una guerra de exterminio para borrar a Gaza del mapa y eliminar un factor de desestabilización del Estado judío, que cuenta en la Casa Blanca con el aliado que le permite todo tipo de excesos. A ese propósito responde la puesta en marcha de una nueva ofensiva que ambos han anunciado y para la que vuelven a utilizar como excusa a Hamas. Lo que se está haciendo en Gaza sobrepasa con mucho el combate, legítimo, contra una organización terrorista que a estas alturas no es sino la coartada que permite a Netanyahu y Trump seguir adelante con sus propósitos. Pero si en Tel Aviv y Washington están los principales responsables, la pasividad con la que el resto del mundo asiste a la catástrofe es también culposa. De forma muy significada la Unión Europa, incapaz no ya de alzar la voz ante la magnitud de lo que está pasando, sino tan siquiera de presentar una postura consensuada, lo que vuelve a poner en evidencia su falta de influencia en las grandes crisis de lo que llevamos de siglo. No parece, por todos estos factores, que el final de la tragedia de Gaza esté próximo. Una vergüenza a la que el mundo se enfrenta cada día sin que nadie parezca estar dispuesto a ponerle fin.

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