Hotel de lujo, famoso circuito de velocidad y un castillo... en una población de 730 habitantes

Dónde menos te lo esperas encuentras parajes singulares que te sorprenden como es el caso de la barriada Torremelgarejo. Ésta ha heredado su nombre de la torre medieval que la preside, construida en la Baja Edad Media. Está protegida como bien de interés cultural y perteneció al linaje de Melgarejo desde 1606. Como el lugar encantado que parece ser, cuenta con su propia leyenda, según la cual sus dueños “fueron pasados a cuchillo una noche mientras cenaban”. Como consecuencia de este dramático episodio una de sus calles fue denominada Amarga Cena.

El origen moderno de la barriada está en los canteros que acudieron a la zona a trabajar la piedra y que, poco a poco, fueron reuniendo y formando a sus familias. Más tarde, buscaron nuevos medios de vida en el campo, ganándose el pan con labores agrarias y en la fábrica de lino, en la actualidad desaparecida.

Torremelgarejo se encuentra a unos 10 kilómetros del núcleo urbano de Jerez, junto a la carretera de Arcos. La barriada es atravesada por el principio de la carretera hacia Gibalbín. La barriada acoge a unos 730 habitantes. Muy próximo se encuentra el lugar que atrae a los amantes del motor y de las dos ruedas, el famoso Circuito de Velocidad ‘Ángel Nieto’ que acoge, entre otros, el Gran Premio de España de Motociclismo desde 1987. También se halla junto a la autovía A-382, a la altura de la urbanización de Monte Castillo.

El Barceló Montecastillo Resort está ubicado dentro del campo de golf Montecastillo, por lo que los huéspedes pueden jugar al golf por un suplemento. Este complejo también suele ser escogido la concentración y prepartación de equipos de fútbol. Por otro lado, en un lugar idóneo para grandes celebarciones como bodas o encuentros.

Fiestas

Como cualquier núcleo poblacional de Jerez, festeja fechas marcadas por el calendario como la cabalgata de los Reyes Magos, zombombas en Navidad, el Día de Andalucía, la Verbena a mediados de septiembre… Sin duda, la más llamativa y peculiar -al no tratarse de una zona costera- es la Romería de La Sardina, herencia de la Romería de la Santísima Virgen de la Milagrosa que se celebra en mayo. En esta fiesta se asan sardinas para degustar entre todos.

En definitiva, puede ser un acierto pasar una o varias jornadas en este emplazamiento jerezano en el que leyenda, deporte y turismo activo se funden.