Oración, devoción, fe y cante. Cuatro bastiones que sustentaron la 49 edición del Pregón Flamenco de la Peña Los Cernícalos. Un acto solemne en el que las palabras de Francisco Zurita, Hermano Mayor de la Hermandad del Desconsuelo, elevaron la belleza de la Semana Santa de Jerez a lo más alto con una retórica bien estructurada y elegante.

José Luis Zarzana, pregonero de la Semana Santa de Jerez en 1981, presentó el acto elogiando la llegada de la Semana de Pasión jerezana, los compases primaverales y la devoción que sienten los cofrades por las imágenes de las diferentes hermandades. Un fervor en el que destacó "los sentires de nuestro Señor, que se imponen en los corazones de todos en una semana de tradición cofrade”. Unas palabras de bienvenida a los asistentes en los que destacó la figura de Francisco Zurita, pregonero en una cita pionera en la ciudad y que está a punto de alcanzar el medio siglo.

Francisco Zurita, católico y de profunda idea religiosa, comenzó elogiando el rostro de Dios a través de una carta narrada a ese amigo que ha perdido la fe. A ese compañero que ha padecido los pesares que "hemos vivido todos a consecuencia de la pandemia". A las dificultades por reencontrarse con la vida y que vemos en "la imagen de nuestro Señor que sufre el dolor humano".

Francisco Zurita en un instante del pregón

Zurita impregnó sus palabras de fe, de veneración y un profundo amor a la Semana Santa y la redención del ser humano. "El buen cristiano nunca falla. Jerez huele a incienso y se escapa por ventanas y capillas, un aroma que rescata aquella sonrisa que tu rostro tenía”.

Tras unos pasajes en los que sus versos recordaban a diferentes hermandades de la ciudad, el pregonero demostró solemnidad y pasión, sintiendo los elogios y la emoción de los asistentes.

Sobre el escenario de un templo flamenco como Los Cernícalos, no faltaron las emotivas palabras hacia el cante sagrado, la saeta. "Son sentidas, lloran las emociones, escuchan las peticiones que el alma suplica. Porque toca el alma y al señor”.

Cantes que besaron el cielo sobre el escenario en las voces de Tomás Rubichi y Eva del Cristo. Los dos cantaores demostraron fervor y fuerza en sus gargantas, elevados por los brazos de una fe que se sentía en cada rincón.

Tomás Rubichi canta en el Pregón Flamenco de la Peña Los Cernícalos

Francisco Zurita recordó la inocencia de los niños, el perdón, la redención y sobre todo el amor hacia la Madre Santa. "Nuestra Semana Santa es sobre todo fe. La saeta la abraza, la convierte en más verdadera. Madre, tú eres barquera, señora, madre y protectora”. Elogios que desglosó entre otras hacia la Virgen del Valle, de la Yedra o de la Esperanza..

Tuvo tiempo durante su pregón de acordarse de los costaleros y de los grandes del cante sobre todo. Artistas como "Terremoto, La Paquera, Manuel Soto 'Sordera' y todo lo mejor del cante que pusieron a Dios por delante para cantarte".

Fue sin duda un acto de unión, de hermandad con el prójimo y de pasión por una Semana Santa que permite reencontrarnos con nosotros mismos y el amor hacia Dios, a través de sonidos de cornetas y saetas en el reencuentro con la fe.