FLAMENCO

Can Wang: "El flamenco puro es el corazón, nunca se debe perder la pureza"

  • Conocido entre sus amigos como el 'Gitano de Pekín', es el primer guitarrista profesional de China

  • El artista acaba de finalizar además el Máster Universitario en Investigación y Análisis del Flamenco de la Universidad de Cádiz y estudia el grado Superior de guitarra en el Conservatorio de Córdoba

  • José Méndez, Dolores Agujetas, Rafael 'Churumbaque' y Juan de Mairena son algunos de los cantaores con los que ha compartido escenario

El guitarrista flamenco de China, Can Wang

El guitarrista flamenco de China, Can Wang

Can Wang (Pekín 1990) es el primer guitarrista flamenco de China de la historia. Licenciado en Ecología, fue el disco 'Cositas Buenas' del maestro Paco de Lucía el que hizo sentir el flechazo del Cupido con el flamenco, trayéndole hasta Andalucía, tierra a la que ama y en la que se está labrando un gran futuro como guitarrista profesional.

Antes de ese cambio en su vida, Can Wang ya tenía sobre la mesa al acabar su carrera ofertas de trabajo de Estados Unidos, oportunidades que declinó para perseguir su sueño de ser guitarrista. En China, encontró al maestro de guitarra Alberto Cuellar, profesor del que aprendió la técnica y base antes de viajar a España para comenzar su aprendizaje total.

'Vengo de Pekín' es el primer single que el guitarrista ha lanzado, un sencillo en el que está acompañado de Esmeralda Rancapino al cante, Juanma Ruiz al bajo e Isidro Suárez a la percusión. Metido de lleno en sus estudios sobre la guitarra, ha finalizado recientemente el Máster Universitario en Investigación y Análisis del Flamenco de la Universidad de Cádiz en Jerez de la Frontera, ciudad que le encanta y de la que apasiona su cante jondo.

Paco de lucia, Manolo Sanlúcar, Antonio Rey y Juan Carlos Romero son algunos de sus referentes, profesionales a los que les gusta escuchar a diario, además de aprender de ellos. Sobre el escenario ha tenido oportunidad de compartir tablao con José Méndez, Dolores Agujetas, Rafael 'Churumbaque' y Juan de Mairena, cantaores a los que les ha aportado su toque flamenco.

Residente en Sevilla, a Can Wang no le importa que le hayan apodado 'El Gitano de Pekín' porque "es una frase con mucho aje", señala el guitarrista asiático. Con las ideas claras, la guitarra es su gran compañera, un instrumento que mima y cuida además de sorprenderle a diario.

-¿Cómo llega el flamenco a su vida?

-Estaba estudiando Ecología en la Universidad de Ciencias y Tecnologías de Pekín. Había muchas tareas que hacer todos los días que me aburrían, e intenté buscar algo como la música para divertirme. Un día por casualidad encontré el disco 'Cositas Buenas' de Paco de Lucía; ahí descubrí el mundo del flamenco. He tenido mucha suerte porque investigué mucho, porque en China no encontré hasta aquella época mucho flamenco. Localicé a un profesor de Granada llamado Alberto Cuellar. Él me ayudó muchísimo con el tema del ritmo, la técnica…ha sido mi primer profesor de guitarra.

-Su historia es la persecución de un sueño...

-Totalmente, es mi sueño absoluto. También he de decir que hay una realidad muy triste. En China tenemos una buena educación. La mayoría de los jóvenes chinos van a la universidad a estudiar, aunque sean carreras con pocas salidas, pero casi todos están en la universidad. El gran problema es que nadie tiene claro lo que quiere hacer. Estudiamos algo que no nos gusta. Podremos trabajar, pero sin ganas y afición. Yo me dije a mí mismo que no quería cometer ese error así que busqué algo que de verdad me gustara.  De pequeño tocaba el acordeón y me gustaba la música además de la cultura española. Es un sueño dedicarme a lo que me gusta.

-¿Cómo llega a Sevilla?

-Hice un viaje a lo largo de casi toda España a excepción de Barcelona por falta de tiempo.  Me cogí un mes de vacaciones y me fui a España antes de fijar mi residencia aquí. Quería descubrir el ambiente de Ronda, Málaga, Granada, Sevilla, Madrid…pero lo que me llamó la atención por encima de todo fue el ambiente de Sevilla. Como corría el aire, el aroma de las naranjas, el color del flamenco...me quedé enamorado. Ahí dije que me quedaba en ella.

-Imagino que habrá venido a disfrutar del flamenco de Jerez…

-Claro, muchas veces. He estado en la Peña Luis de la Pica, La Buena Gente, La Bulería…además de haber compartido tiempo con artistas como el Bo, Jesús Méndez y una masterclass con Diego del Morao. Tengo muy buena relación con la ciudad y espero poder tener tiempo libre para ir a ver algunos espectáculos del Festival de Jerez.

-He leído que le apodan 'El Gitano de Pekín' ¿le gusta eso?

-Es una verdad más clara que el agua. Fue un comentario de cachondeo entre compañeros. Ellos decían que no habían visto a ningún chino tocar la guitarra como yo. Fue una broma, pero me gustó, así que me quedo con eso.  

-¿Qué significa el flamenco para Can Wang?

-El flamenco me da la vida, es la pureza de mi vida. He dejado mi vida corriente detrás. Cuando acabé mis estudios, tenía un futuro profesional de lo que estudié por delante, pero lo dejé todo para poder disfrutar del flamenco. Es mi forma de vida, cada vez que estoy desanimado por cualquier cosa, pongo algo de flamenco y ya soy una persona completamente nueva. Es una forma de sentir arte de otra manera.

-¿Le han mirado con recelo por ser guitarrista profesional chino?

-Sí y a mucha gente le pasa, pero no creo que sea un problema. Imagínate que vas a un restaurante en Japón a comer sushi y ves que lo hacen como en el programa de Master Chef de España. Uno piensa ¿ese qué está haciendo? (risas) La gente tiene la imagen del flamenco solamente de los españoles, de los gitanos andaluces. Que venga alguien de fuera era antes imposible; pero eso se ha quedado anticuado. Hay que tener la mente abierta. El arte es tan bonito que si solamente se queda en un lugar, es malo para el propio arte. Hay que llevarlo a todo el mundo. La gente que valorara de verdad la música, lo entienden.

-Para usted ¿en qué situación se encuentra el flamenco actual?

-Siempre digo que ni buen punto ni mal punto. El futuro está en nuestras manos, depende cómo lo hagamos. Si valoramos la música flamenca, componemos, hacemos espectáculos…el flamenco estará en su mejor momento. Ahora los jóvenes solo escuchan reggaetón, si escuchan menos flamenco pues caeremos. Depende de la generación que está naciendo, hay que seguir reforzándolo con potencia.

-¿Can Wang escucha flamenco puro o fusiones?

-Soy un músico abierto para cualquier tipo de fusión. Ocurre que a la fusión la puedo llamar fusión, pero eso ya no sería flamenco puro. El flamenco puro tiene su valor, es el corazón del flamenco. Nunca se puede perder la pureza. Hoy en día escuchamos muchas rumbitas, flamenquito y lo llaman flamenco, pero no es flamenco. El flamenco está en el cante jondo. Ese es el asunto. Si el público se confunde en España imagínate en China. La gente se piensa que cuando sale alguien con un traje de colores bailando, ya es flamenco y a lo mejor está bailando un tango argentino. A mí me gusta escuchar el cante más puro, el más clásico.

Can Wang, primer guitarrista flamenco de China Can Wang, primer guitarrista flamenco de China

Can Wang, primer guitarrista flamenco de China

-'Vengo de Pekín' fue su primer single ¿Cuándo estará disponible su disco completo?

-Todavía no lo tengo grabado al completo. Componer es un proceso muy difícil. Si grabo algo, eso se queda para toda la vida. Cada vez soy más exigente con mi música. Quizás alguna noche compongo una falseta, una frase musical y pienso lo bonita que me ha quedado; pero cuando despierto al día siguiente igual la tiro a la basura. Cuando hay algo que se queda de verdad, lo escucho diez veces y eso me gusta. Hasta que no llegue a ese punto, no lo puedo publicar al publico porque si es una basura, me la tengo que quedar. Los demás temas los iré grabando poco a poco, sin prisa para que quede algo más bonito.

-¿Echa de menos su tierra natal?

-Echo de menos a mi familia, mis padres y amigos. Aquí en España tengo muchos amigos, a mi novia con la que estoy muy a gusto. Disfruto otra vida sin mucho estrés. Ahora con la pandemia todo es más complicado porque si voy a China, tengo que hacer cuarentena. Los guitarristas no podemos dejar de tocar la guitarra dos semanas y no tengo ganas de molestar a la gente de los hoteles con la cuarentena (risas).

-¿Qué sueños tiene?

-Mi sueño es tocar en el mundo. Poder viajar y tocar en escenarios grandes para demostrar mi arte, mi historia, mi pensamiento…esa será la huella que quiero dejar en el mundo. Poder transmitir mis conocimientos a más personas para que se animen. Ojalá mi música pueda funcionar para alguien. Cuando deje de trabajar como artista, mi plan es la docencia en cualquier lugar. He terminado el máster de flamenco en Jerez y en junio espero finalizar mis estudios en el Conservatorio Superior de Córdoba. El conocimiento no hay que llevárselo a la tumba, sino transmitirlo a los demás.

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