FLAMENCO

Curro Montoya: "Los jóvenes necesitamos que apuesten más por nosotros"

  • El jerezano reconoce que "me encanta la guitarra solista, pero también acompañar el baile"

El guitarrista jerezano Curro Montoya

El guitarrista jerezano Curro Montoya

Vive conectado a su guitarra las 24 horas de cada día. Su mejor compañera, nunca le falla. Es más, la estudia cada día porque como él dice "todos los días se aprende algo nuevo de ella".

Curro Montoya (Jerez de la Frontera, 1990) pone ritmo y compás a las veladas flamencas que organiza el Tabanco El Pasaje. Vecino de toda la vida de la barriada de San Juan de Dios, comenzó a escuchar flamenco desde muy joven. "Mi padre ponía las cintas de música y yo me sentaba con él a escuchar cante jondo. Llevo vinculado al compás desde que era niño".

Su fervor por el compás tuvo su premio a los diez años, edad con la que recibió como regalo su primera guitarra. "Empecé a tocarla por mi cuenta hasta que a los catorce años comencé a tomar clases con Manuel Lozano 'El Carbonero'. Precisamente a su maestro le debe mucho. "Él me ha abierto todas las puertas del mundo con todo lo que he aprendido”.

En 2013, se presentó al concurso joven de guitarra de la Peña los Cernícalos, cita en la que logró alzarse con el Premio Moraíto de Guitarra. No fue hasta los 18 años cuando le llegó su gran oportunidad gracias a Juanillorro. "El escenario de la Sala Compañía fue el primer tablao profesional al que me subí. Debuté como guitarrista en una zambomba que tuvo lugar allí”.

El Tabanco El Pasaje es como su segunda casa. En el conocido local de Jerez despliega su toque acompañando al baile de sus compañeros todas las semanas. "Una de mis metas es la de ser guitarrista solista, pero me encanta acompañar en el baile. No dejo de aprender a diario de todos ellos. A Antonio, el dueño de El Pasaje, le debo mucho porque la continuidad que nos ofrece es un aprendizaje constante. Uno puede estudiar mucho, pero si no tienes una constancia diaria no sirve de mucho".

Precisamente los sueños del jerezano pasan entre otras cosas por "formar una compañía de baile con algunos compañeros”; comenta Montoya. "Ojalá con el tiempo podamos montar algo bueno, juntarnos todos en el escenario y ofrecer un buen proyecto".

Curro Montoya es un ejemplo más del gran talento que existe en la ciudad, ese que merece también una oportunidad en los grandes escenarios. "En la ciudad hay gente con mucho potencial y muy humilde. Deberíamos tener más oportunidades, que la gente conociera el gran talento que hay. Sirva esto también como crítica para que nos tengan más presentes en los eventos que se hacen en Jerez porque nos lo curramos a diario".

Sin dejar de mirar su guitarra, entre las pasiones de Curro Montoya está la de crear nuevas piezas musicales. "Poco a poco estoy sacando temitas musicales, pero me falta tiempo para meterme más de lleno. Es un objetivo a largo plazo el poder componer además de llegar a ser guitarrista de conciertos”.

Abrir los ojos a diario, coger su guitarra y aprender, una comunión perfecta que encuentra frente al público. "Trato siempre de absorber lo mejor de cada uno. El compañerismo siempre es importante además del contacto con el público. En muchos trabajos la gente siempre mira por su lado, pero nosotros nos llevamos genial”.

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