FESTIVAL DE JEREZ

La furia de la leona

Olga Pericet durante un instante de su actuación

Olga Pericet durante un instante de su actuación / Tamara Pastora

Olga Pericet es única. La coreógrafa sigue sorprendiendo y llevando al éxtasis a su cuerpo cada vez que se sube a un escenario. A ella no le hacen falta presentaciones, su talento es infinito como demuestra su expresión artística.

La cordobesa ha llegado a Jerez con 'El Avance de la Leona', una pieza íntima, llena de magia, hipnotismo y con la calidad 'indomable' que la coreógrafa posee. Se trata de la segunda parte de la investigación que está haciendo la artista acerca de la Leona, aquella guitarra del siglo XIX ideada por Antonio Torres que originaría la guitarra clásica española y la flamenca.

Con un escenario minimalista, Olga Pericet logra cautivar al espectador con todo su poderío mediante un ejercicio de sabiduría corporal. Comenzar el espectáculo sobre un pequeño tablao móvil, le sirve a la bailaora para mostrar el tacto de sus pies, como si de una fiera se tratara al avanzar sigilosamente a por su presa. Un compás que se apodera por completo de ella haciendo vibrar al público.

Ella es el alma de la Leona, la guitarra que saca a bailar a través de una obra que resquebraja a la artista por dentro, sacando su furia, moldeándola a través de una atmósfera hipnótica que descompone sus emociones al son de la música de José Manuel León y Juanfe Pérez.

El exquisito dominio que posee Pericet sobre las tablas se hace palpable con la petenera, sin duda el palo de más belleza, representado al ritmo que el corazón de la coreógrafa marca. Tarantos, soleás y piezas clásicas descomponen un segundo trabajo que tendrá su finalización en 2023.

El Avance de la Leona’ es la demostración del alma inquieta que es Olga Pericet, una obra moldeada a través del flamenco y la danza contemporánea en la que Daniel Abreu, creador y bailarín junto a Pericet, convierten un trabajo de investigación en un panegírico a la guitarra. El propio Abreu no solamente le sirve a Pericet como apoyo en varios compases, sino que ejecuta uno de los cuadros de más elegancia y belleza gracias a su flexibilidad en el escenario.

La vanguardia y la pureza quedan patentes en la mezcla del bajo y la guitarra flamenca, una unión que permite sacar una vez lo mejor de una magnífica creadora.

Si para Antonio Torres la guitara fue un arduo trabajo de creación, para la imaginación de Olga Pericet su nueva propuesta es una carta de amor al animal que llevamos dentro y la pasión desenfrenada al instrumento.

 

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios