FLAMENCO

Ángeles Toledano: "No soy capaz de expresarme sin el flamenco"

  • La cantaora de Villanueva de la Reina prepara un álbum musical con el flamenco más clásico como protagonista

La cantaora Ángeles Toledano

La cantaora Ángeles Toledano / Matías Lechuga

Las peripecias que lleva a cabo cualquier niña durante su infancia, hacen que se descubran cosas que marcan para toda una vida. Unas aventuras que provocan a veces descuidos y olvidos de momentos especiales para sus vidas. Fue en una de aquellas travesuras con siete años cuando el duende del arte jondo se presentó ante los ojos y oídos de Ángeles Toledano (1995).

Aquella niña de Villanueva de la Reina, un pequeño pueblo de la provincia de Jaén con poco más de 3.500 habitantes, iba cargada a todas partes con el disco de María Isabel 'Antes muerta que sencilla'. Le encantaba imitar, hacer bailes e imitaciones en cada uno de los viajes que iba con sus padres hasta que un descuido hizo que olvidara su disco en algún lugar. "Llegué a casa de mi abuela buscando el disco y metí la mano en una canastilla donde tenía los suyos. Cogí el primero que vi y descubrí en aquellas canciones a Pastora Pavón, Pepe Pinto y Juan Marchena. Aquellos artistas hicieron que me enamorara de aquel sonido flamenco”.

A partir de aquel momento, Ángeles Toledano comenzó un periplo de aventuras y descubrimiento por el arte jondo. Acudiendo a la peña de su pueblo, 'El Olivo del Cante', descubrió los cantes y bailes que se daban cita aprendiendo junto a su abuelo los primeros palos. Después de un largo periodo de evolución, maduración y aprendizaje, ha participado en giras por Estados Unidos y México, Holanda junto al guitarrista Paco Peña además de haber actuado junto a Remedios Amaya y Arcángel.

Con una voz que enamora en cada uno de sus acordes, Ángeles Toledano aprovecha cada momento que se sube al escenario para brillar, recordando aquellas carreras cuando era niña y que le permiten sentir el flamenco muy dentro de su corazón.

Ángeles Toledano durante uno de sus conciertos Ángeles Toledano durante uno de sus conciertos

Ángeles Toledano durante uno de sus conciertos / Matías Lechuga

Formada entre otros lugares como la Fundación Cristina Heeren de Sevilla, actualmente prepara un disco que bebe de lo mas puro del flamenco y que compone a través de la reflexión personal y el encuentro consigo misma. "He tenido afortunadamente muchos meses de trabajo y ahora estoy conectando de nuevo conmigo mismo. Componiendo, reflexionando además de acudir a otras citas en las que estaré como Portugal y Londres, pero sin dejar de lado esa fase creativa de conexión con el interior”.

Un próximo álbum de sonidos flamencos, los más puros serán los protagonista. "Hago el flamenco que he estudiado, del que me he impregnado siempre con el mayor respeto del mundo. Es cierto que soy de una generación diferente a la que he escuchado y que tenemos otras cosas que contar, pero será un disco de flamenco clásico porque es lo que siempre defenderé. Es lo que me gusta y lo que soy capaz de transmitir. No soy capaz de expresarme sin el flamenco, no me sentiría identificada”.

Cuando la cantaora se sube a un escenario es honesta, clara y sincera. Cuenta su verdad a través de una voz que escarba en los diferentes palos que alaba. "Me siento muy agradecida por todo lo que hago. El flamenco está viviendo un gran momento y se nota sobre todo cuando hablo con compañeros. Nos gusta hablar de ello, nos preocupamos, reflexionamos sobre el cante, eso es precioso. Tenemos la libertad de desarrollar el arte jondo”.

De aquella niña que abandonó su pueblo siguen quedando muchas cosas. Nunca ha perdido su razón de ser ni sus raíces, esas con las que vivió los primeros compases del flamenco en la peña de su pueblo hasta que llegó a Sevilla. "En la Fundación Cristina Heeren descubrí un mundo maravilloso. Llegué a un lugar en el que conocí a gente de mi generación que le gustaba lo mismo que a mí. Compartir el toque, el baile y el cante con todos ellos fue una experiencia muy gratificante. Un chute de flamenco en vena que te da más motivación”.

Fiel devota de Manuel Torre, es una apasionada de Pastora Pavón, La Paquera, Juan Marchena y Pepe Pinto además de Morente y Camarón. "En casa de mis padres nunca habíamos escuchado flamenco. Fue mi abuelo el que me llevó a la peña del pueblo y comencé a descubrir un mundo maravilloso".

Sin dejar de lado el flamenco, como a cualquier persona le gusta estar con los suyos, aunque reconoce que "no desconecto en ningún momento del flamenco. Ahora mismo estoy en pleno proceso creativo. Es despertarme por la mañana y tener en mente lo que quiero transmitir”.

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