XXVI Festival de Jerez

La selección natural del baile

Mercedes Ruiz, en un momento del espectáculo.

Mercedes Ruiz, en un momento del espectáculo. / Miguel Ángel González

Desde aquel ‘Perspectivas’, estrenado en 2011, Mercedes Ruiz ha ido creando en torno a su figura una base tan sólida como permeable. Su carrera ha seguido, a partir de entonces, una línea ascendente, una línea que le ha permitido explorar nuevos hábitos, nuevos caminos y nuevas experiencias.

Esa evolución no le ha impedido involucionar en un momento concreto, es más, volver al inicio le ha enriquecido más, hasta el punto de que hoy por hoy es una de las grandes del baile.

En todo este caminar ha ido de la mano de Francisco López, que ha sabido sacar de la bailaora jerezana lo mejor de sí, acercándola a registros impensables hace unos años pero a los que ha accedido y adquirido con gran naturalidad.

Han sido más de once años de trabajo, de estudio, de crecimiento y sobre todo de constancia, once años con paradas en ‘Ella’, ‘Déjame que te baile’ o ‘Tauromagia’, espectáculos en los que, pese a su diversidad, siempre ha encontrado su tangente.

Mercedes Ruiz, en otro momento de 'Segunda piel'. Mercedes Ruiz, en otro momento de 'Segunda piel'.

Mercedes Ruiz, en otro momento de 'Segunda piel'. / Miguel Ángel González

‘Segunda piel’ es el resultado de todo ese proceso, un trabajo perfectamente estudiado, cuidado al milímetro y en el que Mercedes Ruiz rompe con cualquier atadura moral y artística para alcanzar una madurez total. Sin demasiados artificios y un elenco artístico conformado por sólo cuatro personas, Santiago Lara, Perico Navarro, El Londro y Mercedes Cortés, la jerezana se mueve con desparpajo y comodidad por cualquier recoveco, demostrando su consolidación a todos los niveles.

Aquella niña a la que Manuel Morao incorporó a su compañía con apenas 6 años, es hoy por hoy una mujer consagrada y una artista comprometida, que es capaz de intepretar con la misma eficacia un baile clásico y una creación más actual.

Precisamente a Morao rinde pletesía con uno de los números más originales de la noche, al igual que ocurre con los abandolaos bailados con laud y pandereta, una seguiriya que rompe con cualquier tópico y donde, con bata de cola roja, destapa todo su potencial a través de sus castañuelas, un instrumento que maneja a las mil maravillas.

Mercedes Ruiz, bailando con pandereta. Mercedes Ruiz, bailando con pandereta.

Mercedes Ruiz, bailando con pandereta. / Miguel Ángel González

Pero Mercedes también es bulería, con esos replantes iniciales que nos acercan a su primera etapa, es taranto y es farruca, un palo que domina como nadie y donde, apoyada en su mantón y con la guitarra magistral de Santiago Lara, que nos rescata sonidos de Sabicas, nos muestra su lado más profundo.

Todo lo contrario a la serrana-caña-soleá apolá con la que culmina su viaje, un número que, con bata de cola, le sirve para dejar patente esa vitalidad y esa fuerza que han caracterizado siempre a su baile. Es pues una mirada al frente con optimismo.

Con apenas unas semanas de vida, ya que fue estrenado en Francia a finales de enero, ‘Segunda piel’ aún tiene cosas que pulir, como cualquier nueva creación, sobre todo a nivel de iluminación, con excesivo protagonismo de la penumbra, y también en su estructura, pues en un momento dado, el ritmo languidece levemente.

No debemos olvidar el nivel musical, liderado por Santiago Lara, capaz de tocar con la misma categoría una guitarra que un laud, de Perico Navarro, igual de camaleónico que su compañero, y como no el cante, con Mercedes Cortés y El Londro dando buena muestra de su experiencia y calidad artística.

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