Flamenco

Redescubriendo a Frasquito

  • El investigador granadino Antonio Conde nos acerca en su último libro a la figura de Frasquito Yerbabuena, un cantaor hasta ahora casi desconocido

  • El libro cuenta con más de 200 páginas y un CD con 21 cantes de diferentes artistas

Antonio Conde González-Carrascosa, autor del libro.

Antonio Conde González-Carrascosa, autor del libro.

Un sereno se dormíaen la Cruz Blanca del barrioy la cruz le deba vocessereno que viene el día.

La letra más popular de Francisco Gálvez Gómez ‘Frasquito Yerbabuena’ nos sirve para introducir el ‘redescubrimiento’ de una de las figuras más nombradas en el mundo del flamenco pero que hasta ahora era un auténtico desconocido. Así lo reconoce Antonio Conde González-Carrascosa, el autor de este nuevo libro, que ve la luz gracias a la Droguería Music, y cuyo trabajo, tras más de un año de investigación, acaba de publicarse.

El granadino, cuyo rigor investigador ya hemos podido percibir en ‘José López-Cepero, el poeta del cante’, en el que hizo lo mismo con el cantaor jerezano, reconoce que todo se inició “con una conversación informal con una amiga. Estuvimos hablando de Frasquito Yerbabuena, del que apenas teníamos una página de información, y decidí investigar. Si encontraba datos suficientes seguiría adelante, y si no escribiría un artículo”, relata.

Con el objetivo marcado, Antonio Conde comenzó entonces su trabajo, que “no ha sido fácil”, y que se ha basado en un exhaustivo recorrido por la prensa de la época, además de “mucho trabajo de campo, muchas entrevistas que he podido realizar a muchas personas mayores que llegaron a conocer a Frasquito en Granada”.

Porque el cantaor “fue una persona bastante conocida en Granada, ya no sólo dentro del mundo del flamenco sino también en otros ámbitos de la sociedad”, asegura.

El autor ha realizado una análisis musical sobre un fondo de 300 fandangos de diferentes artistas

Desempolvar la historia de Francisco Gálvez Gómez ha servido incluso para descubrir “vivencias que nadie conocía”, tanto es así que como reconoce el propio Antonio Conde, “el 80% de las informaciones que aportamos en el libro no las sabían ni la familia, les ha llegado de nuevo”.

A lo largo pues de más de 200 páginas, el investigador ha encontrado a una persona “que no se dedicó profesionalmente al cante, pero al que le gustaban las juergas. De hecho, siempre tuvo excelentes contactos, incluso con grandes artistas, gente como Antonio Mairena, Federico García Lorca, la Niña de los Peines, Cobitos e incluso Manuel Torre”.

Conde González-Carrascosa considera que “de alguna forma, se estaba en deuda con su figura, y creo que ahora esa deuda queda saldada, ya que podemos saber un poco más de su vida y aportaciones musicales”.

El libro en sí, que cuenta con el prólogo de Miguel Ángel Jiménez, incorpora un amplio catálogo de fotografías, muchas de ellas inéditas, y nos acerca al árbol genealógico de su familia, con una análisis de más de 150 familiares. En este aspecto, el autor aporta un dato curioso y es que Frasquito Yerbabuena estaba emparentado “con la familia de los Aragón, con los payasos de la tele. Son familia lejana pero coincide su genealogía en torno a finales del siglo XVIII, llegando a compartir zona de viviendas ambas familias”.

Su investigación ha servido también al escritor para descubrir “a los dos primeros artistas profesionales existentes en Granada”, asegura, “La Niña del Nene y el Pepicua, que fueron tíos de Frasquito”.

Portada y contraportada del libro. Portada y contraportada del libro.

Portada y contraportada del libro.

Curiosa es también la relación del cantaor con “el mundo de la tauromaquia”y con la institución que “promovió el Concurso de Cante Jondo de Granada en 1922”, apunta.

Al margen de la vida de Frasquito Yerbabuena, Antonio Conde, como ya hizo con José Cepero, ha llevado a cabo un profundo análisis musical en el que ha diseccionado “más de 300 fandangos de diferentes artistas”. Gracias a su colección personal, con 10.500 discos de pizarra y 150 cilindros de cera, el autor ha buscado “las analogías entre el fandango de Frasquito y el de Juan Breva”, un trabajo que se complementa con esos 21 cantes de artistas del periodo 1909-1981 y que contiene una auténtica joya, “la grabación casera del hijo de Frasquito haciendo el fandango que hacía su padre”, confiesa Conde.

Tras dicho trabajo, el granadino lanzará al mercado una nueva publicación dentro de unos meses. Se trata de otro libro de investigación, esta vez sobre los Cafés Cantantes de Granada desde 1868 hasta finales de la Guerra Civil.

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