Investigación

Un fármaco recetado para el alcoholismo podría ser la clave para devolver la visión a pacientes ciegos

Un fármaco recetado para el alcoholismo podría ser la clave para  devolver la visión a pacientes ciegos

Un fármaco recetado para el alcoholismo podría ser la clave para devolver la visión a pacientes ciegos / pexels

Con casi 40 millones de personas que sufren de ceguera en todo el mundo y otros 124 millones afectados por baja visión, no sorprende que los investigadores estén decididos a desarrollar nuevas formas de restaurar la vista. En este sentido, en los últimos tiempos-sobre todo desde que el Covid-19 aterrizara en nuestras vidas-, diversos fármacos o tratamientos que ya existían se están usando para tratar otras afecciones diferentes a las de referencia. Entre estos remedios, se encuentra el disulfiram, un potente disuasorio del consumo de alcohol, que ya fue utilizado como diana para proteger los pulmones frente a la lesión pulmonar que causa la covid. Ahora, investigadores han encontrado que también podría ser una clave útil para ayudar a tratar casos de degeneración retinal que derivan en ceguera.

El disulfiram actúa como disuasorio del consumo de alcohol en pacientes que necesitan una ayuda en el tratamiento del alcoholismo crónico.  La acumulación de acetaldehído en sangre contribuye a la reacción que aparece después de la ingesta de alcohol en pacientes tratados con disulfiram. El fármaco actúa inhibiendo la acción de la enzima deshidrogenasa, necesaria en el metabolismo del alcohol. Esto provoca la interrupción del metabolismo del mismo, generando en el paciente una serie de manifestaciones clínicas desagradables como náuseas, vómitos y sudoración (síndrome de abstinencia). 

RESULTADOS

Uno de los procesos que más comúnmente derivan en degeneración de la retina y, a la larga, en ceguera, se da cuando las células de la retina se vuelven hiperactivas, que interfieren con la codificación y el envío de estímulos visuales. Esto causa en el paciente una suerte de flashes en la mente. 

A medida que los fotorreceptores de luz mueren, se interrumpe la función de la retina interna. Esto provoca el ruido sensorial que finalmente se convierte en una barrera entre los fotorreceptores supervivientes y el cerebro. Esta última investigación, dirigida por Richard Kramer, Ph.D., profesor de la Universidad de California, Berkeley, y Michael Goard, Ph.D., profesor asistente de la Universidad de California, Santa Bárbara, descubrieron que el disulfiram puede atacar ese ruido sensorial, lo que permite que los fotorreceptores sobrevivientes en la retina externa completen la señal al cerebro y finalmente restaurar algo de la visión. 

En este sentido, el trabajo publicado en el medio especializado Science Advances ha concluido que  el fámaco funciona inhibiendo una serie de enzimas, algunas de ellas implicadas en la habilidad del cuerpo para degradar el alcohol (esto provoca que, al beber alcohol, el paciente experimente una reacción adversa tremendamente desagradable que teóricamente le disuade de consumir la sustancia) y, también implicadas en la producción de ácido retinoico (uno de los causantes de la hiperactividad en la retina).

''Sabíamos que la vía que bloquea el fármaco disulfiram para tratar el alcoholismo era muy similar a la vía hiperactivada en la ceguera degenerativa'', dijo. Michael Telías, Ph.D.profesor asistente de Oftalmología, Neurociencia y Centro de Ciencias Visuales del Centro Médico de la Universidad de Rochester, y primer autor del artículo que se publica hoy en Avances de la ciencia. ''Esperábamos alguna mejora, pero nuestros hallazgos superaron nuestras expectativas. Vimos la visión que se había perdido durante un largo período de tiempo preservada en aquellos que recibieron el tratamiento''.

Este principio se cumple en modelos animales (ratones) con ceguera progresiva, que mejoraban considerablemente su capacidad para reconocer imágenes en una pantalla. ''Si a un ser humano con problemas de visión se le administrara disulfiram y su visión mejorara, aunque sea un poco, sería un gran resultado en sí mismo. Pero también implicaría fuertemente a la vía del ácido retinoico en la pérdida de la visión. Y esa sería una importante prueba de concepto que podría impulsar el desarrollo de nuevos fármacos y una estrategia completamente nueva para ayudar a mejorar la visión'', concluyen.

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