Alarma cofrade: baja el número de nazarenos

Cofradías

Las hermandades ya esperan, tras los días de reparto de papeletas de sitio, un importante descenso de las filas de hermanos

Un nazareno toma un refresco en una calurosa tarde de Semana Santa.
Un nazareno toma un refresco en una calurosa tarde de Semana Santa. / Manuel Aranda
Manuel Sotelino

Jerez, 01 de abril 2022 - 20:00

Las hermandades están ya en los últimos días de reparto de papeletas de sitio. No sabemos si este año Daniel Carretero —El Penumbra— va a estar en Jerez para poner en marcha su ya conocida máquina de contar nazarenos. No le hará falta llevar pilas de repuesto. El descenso de nazarenos parece ya una tónica en la mayoría de las hermandades de la ciudad.

Según se ha podido saber, las llamadas de las diputaciones mayores de gobierno a los hermanos animándolos a sacar la papeleta es ya un hecho. Por lo general conversaciones que duran un minuto: “¿Sale usted este año?”, y ante la negativa ni una solución ni una preocupación por respuesta. El siguiente en la lista para llamar a ver si hay más suerte.

Las hermandades se enfrentan tras dos años de parón a poner en marcha los corazones de los cofrades. Es terrible pensar que una de las fuentes más importante de ingresos como son las papeletas de sitio también se vea menguada tras dos años sin reparto. Algunos hermanos han crecido y no les apetece. Otros se han sentido desplazados. No se les ha dado su sitio porque siempre los hay que se creen los dueños del cortijo. Estos tampoco piensan volver. El caso es que hay corporaciones que no han sabido cuidar al nazareno y han basado sus salidas en el ritmo que impongan las cuadrillas y los capataces mientras los nazarenos, ya de vuelta, se sentaban en el bordillo de las aceras. Ahora vuelven esos fantasmas del pasado y no se está dispuesto a pegarse una costalada.

Por otro lado, muchos hermanos se han dejado una larga lista de recibos durante estos dos años de pandemia, que ahora se convierten en un lastre donde es preferible no pagar sin salir a salir y encima tener que dejar la cartera. Un problema al que las hermandades están haciendo frente con facilidades de pago por la vía de urgencia.

Hemos podido saber que hay una hermandad muy cercana a un centro educativo que animan a los niños de los dos primeros cursos de primaria para vestir la túnica sin ser hermanos. Se les surte, incluso, hasta del hábito nazareno con el fin de rellenar las filas con hermanos de luz ya que todos los ‘habituales’ quieren ir en una presidencia.

Puestos en contacto con algunas diputaciones de gobierno, se piensa por parte de muchos que firmarían sacar el mismo número de nazarenos que en 2019.

La suerte parece estar echada este año y los desfiles se van a ver más menguados. El aviso a navegantes es claro para muchos cofrades que piensan que la fuerza radica en los cortejos de hermanos y no en las cuadrillas de ‘sacapasos’. Los hermanos son los que hacen grande a las cofradías. Siempre lo ha sido así. Quién no haya entendido esto y no se haya esmerado en cuidar al nazareno ahora verá las consecuencias. Una cofradía con un cortejo mermado es como un secarral. Sin agua por haber estado durante años tocándose la barriga sin preocuparse por montar una red de canales que permita, si acaso, el cultivo de regadío.

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