El Miércoles Santo soñado llegó. No se hizo huidizo. Llegó, vio y venció. Los cofrades se lo tenían bien merecido tras dos jornadas caóticas donde las famosas tormentas de primavera hicieron de las suyas. Siempre se ha dicho que el Miércoles Santo ha sido una jornada beneficiada en lo meteorológico, a pesar de que en 2019 fue la jornada complicada de la Semana Santa. Este de 2022 cumplió con el pronóstico.

A primera hora de la tarde, el barco portentoso del Soberano Poder salía de su barrio de La Granja para llevar a cabo esa gesta que es llegar al corazón del centro de la ciudad. El Soberano Poder ha sabido crear ambiente en un ambiente entre grandes avenidas y parques empresariales. Han dotado de cofradierismo a lugares que hace treinta años eran insospechados. El buen hacer de sus hermanos han logrado casi lo imposible. Su estación de penitencia fue nuevamente una lección de barrio puro. De sentimiento por una identidad. Y llegaba incluso un minuto por debajo de su horario al palquillo de toma de hora de Aladro. Seis y catorce minutos concretamente. Sí se puede. Los cofrades de La Granja lo saben bien que sí se puede si se pone empeño y se está dispuesto a ello…

La hermandad del Consuelo estrenó el nuevo frontal del palio de ese sueño de Virgen que desvela a sus cofrades. Lo hacía desde la parroquia de Las Viñas. Uniéndose a su barrio próximo del Pelirón. Cofradía de vocación clásica donde las haya. Su paso de misterio con el Señor del Amparo llevaba un repertorio tan rancio de marchas como el carácter de la hermandad. Buen gusto y gran altura en el Consuelo.

Pequeños cofrades de la Hermandad del Soberano Poder.

Los cofrades de Santa Marta, por su parte, sueñan con ver restaurado una de sus grandes joyas: el paso de misterio del traslado al sepulcro. Daniel Sánchez Vázquez parece ser el encargado de hacerlo. Enhorabuena a sus hermanos. Ese misterio hundido en el desbordamiento del Tamarguillo cuando pertenecía a la hermandad de San Benito de Sevilla hay que recuperarlo. Su hermana mayor, Marta del Patrocinio Marín y su junta, se lo han propuesto y a buen seguro que llegarán al objetivo marcado. Por la tarde, Madre de Dios del Patrocinio iba hermosa entre el exquisito exorno floral que llevaba con unas orquídeas preciosas.

Sonaba ‘Mater Mea’ cuando salía de su capilla de Santa Marta e iniciaba su camino hacia la Catedral. Su carrera estuvo cargada de lágrimas de sus hermanos tras dos años de ‘sede vacante’ en Santa Marta en cuanto a salir a la calle se refiere. Dos años y medio, pues el 2019 no pudieron completar la estación.

El Señor de la Salud en la plaza San Lucas.

Las Tres Caídas

Tomás Sampalo volvía a dirigir el milagro que significa que el palio de Nuestra Señora de los Dolores salga de San Lucas. Él lo manda y lo presencia, los costaleros son los auténticos protagonistas que rompen por unos segundos la geometría y propician el milagro. A la Santísima Virgen se le dibujaba una sonrisa después de tres semanas santas sin ver la tarde y cuatro años de casa. El precioso palio iba exornado con rosas blancas entrecaladas con pitiminí del mismo color. Las manos de la Virgen unidas al pecho y un precioso detalle de siete rosas rojas por los dolores de la Virgen junto a una blanca por el recuerdo ‘in memoriam’ a Patricia Bazán, hermana de la cofradía de San Lucas.

Esos detalles hacen grande a una hermandad. El Santísimo Cristo de la Salud iba en su paso de caoba escoltado por espinos y hojas con fragancia a lavanda en sendas jarras y un centro de orquídeas mientras que el Señor Caído, el auténtico ‘titán’ de la corporación, llevaba su clásico monte de iris. El Señor iba antecediendo a esos cientos de milagros cumplidos mientras que la escolanía cantaba el ‘Miserere’, el conocido salmo 50 de David. Destacar también el momento de su paso por el Monumento de las Cofradías en el que sonó una marcha de Germán Álvarez Beigbeder 'desconocida' en la calle, Al pie de la cruz, una auténtica maravilla. 

El manto de la Amargura.

Y la elegancia de la Amargura. Siempre bella y distraída bajo ese palio azul aguamarina. La Amargura es la flor que le da sentido a todo el Miércoles Santo. Maravillosa siempre, con su banda de Julián Cebrián, es un clásico en la tarde noche del Miércoles Santo. Hay que destacar cómo lucía la parte restaurada del canasto del paso del misterio de la Sagrada Flagelación. Otro gran esfuerzo de sus hermanos por la recuperación de lo que se tiene y no de lo que se puede adquirir. Las joyas hay que mantenerlas y cuidarlas. Ese paso de José Ovando es una joya se mire por donde se mire. Y los cofrades de la Amargura —o de la Flagelación— ayer lo pasearon con buen gusto. A pesar del ‘jabón que da esas dimensiones impresionantes para los que lo sacan.

El palio del Desamparo

El día iba como un tiro hacia arriba y por la mañana nadie miraba al cielo. Desde Santiago tampoco. Los hermanos del Prendimiento se reunían en la misa de hermandad al mediodía. Los pasos de la cofradía a ambos lados del altar mayor. Jesús del Prendimiento junto a San Pedro que miraba al cielo y ‘Candilejas’ y ‘Chupaceite’. Un impresionante olivo ocupaba la trasera del paso de misterio. María Santísima del Desamparo era un primor de hermosura. La histórica recuperación de su palio rojo ya queda para la historia de la corporación. Una joya. Ocurre como con el misterio de la Flagelación. Nuevamente lo nuevo puede sustituir a lo antiguo. Hacer un palio nuevo hubiera sido una locura.

Recuperar esta joya de Esperanza Elena Caro es un punto a favor ya no solo para corporación, sino para la Semana Santa de Jerez y las cofradías en general. Hay joyas que van más allá de la corporación a la que pertenecen. Y así, el Miércoles Santo, fue fundiéndose con la jornada del Amor Fraterno. Así, entre saetas en Santiago al Rey del Universo, fue llegando la parte final de la Semana que ya no tiene remedio y se acaba. Entre el chocar de las nuevas bellotas del palio del Desamparo y el bronco sonido de la saeta jerezana por seguiriyas.