Guadalcacín se unió a Jerez por medio de la entrega de sus cofrades
Sábado de Pasion | Jerez 2022
La hermandad de la entidad local llevó a cabo la proeza de llegar hasta el centro y lucirse en una jornada histórica
La Sagrada Mortaja y la nueva agrupación de Barbadillo cumplimentaron sus estaciones de penitencia en la jornada de ayer

Otra página de oro que ya está escrita en la historia de las cofradías. Un hecho único. Una proeza llevada a cabo por los cofrades de Guadalcacín que tuvo como vehículo la voluntad de llevar a cabo un sueño. Llegar a Jerez, ver y vencer. Y lo hicieron con solvencia. Para estar algo más de catorce horas en las calles, atravesar avenidas, tomar carreteras y cruzar rotondas hace falta tener mucha fuerza cofrade y fe en el Señor que toma su cruz y sigue el camino de la Amargura hasta llegar al Calvario.
Un nutrido número de hermanos llegaron compactos hasta Jerez después de que a las doce y media del mediodía saliera la cofradía desde la parroquia de San Enrique y Santa Teresa. A las 17.30 horas sus nazarenos comenzaban a pisar esas calles estrechas y muy de cofradías como son Bizcocheros o Antona de Dios. El gesto y la gesta estaban cumplidos. La de llegar hasta la ciudad en esta jornada del Sábado de Pasión que ya quedará para la historia de las hermandades.
El estreno grande la hermandad era llegar hasta las mismísimas puertas de la ciudad y que Jerez entero disfrutara del paso de esta corporación que ahora cumple once años de vida y ha recorrido ya más metros que otras de centro que necesitan años para cumplimentar los algo menos de catorce kilómetros que los hermanos de la Entrega hicieron ayer.
El otro gran estreno eran los dos ladrones que debieron de haber salido el pasado año. Estuvieron en la exposición magna de los Claustros de 2021 pero no habían visto las calles. San Dimas y Gestas, modelados perfectamente por la brillante mano de José Antonio Navarro Arteaga, también estuvieron presentes y fueron testigos sobre el canasto del paso.
Hay que reseñar el esfuerzo de los músicos que llevaron en volandas a este gran misterio. Por un lado la banda de cornetas y tambores de Fe y Consuelo de Martos y la prestigiosa del Rosario de Cádiz que se dieron la mano en la plaza Rafael Rivero metros antes de que llegara la cofradía hasta San Juan de Letrán para hacer la estación de penitencia. Un nazareno frente a otro. El clasicismo jerezano de Jesús junto con los nuevos bríos y la fuerza expresiva de los nuevos pupilos que rinden culto al Señor de la Entrega. Fue sin duda uno de los mejores momentos vividos y sentidos durante toda la jornada, con toda la ciudad volcada ante estos apasionados cofrades y con los sones de ambas bandas llegando hasta Cristina. Al cierre de esta edición, la hermandad iba camino de su casa en la entidad local de Guadalcacín tras los deberes bien hechos.
Sagrada Mortaja
A las nueve de la noche el tono era totalmente diferente. Ahí radica también la grandeza de las cofradías. Cada una observa la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de una forma distinta. En el convento de Capuchinos, la Sagrada Mortaja salía a las calles de la ciudad. Un recorrido corto para una cofradía sobria, elegante y clásica. Parece que estos cofrades llevan más de tres siglos en las calles de Jerez. Y sin embargo se cumplen veintidós años de su fundación. El portentoso misterio donde Jesús es amortajado avanzó con ese ritmo tan personal. La Sagrada Mortaja no corre ni tiene prisa. Lleva su ritmo elegante en el que se sienten cómodos. Rictus y sobriedad en una hermandad de negro que siempre aporta singularidad y personalidad en la tarde del Sábado de Pasión. Un año más aportó ese clasicismo tan necesario y que nunca se debe perder. Ojalá por muchos más; bien sea en esta jornada o en la jornada del Sábado Santo. Lo importante de la Mortaja no es el día en el que volverá a mostrar ese bien hacer, sino que cada año nos lo muestre sin perder ese rumbo romántico y tan cofrade.
Detallar que la nueva agrupación parroquial de la Humildad de Barbadillo también cumplimentó su procesión llegando hasta la parroquia de Fátima. Desde allí los jóvenes cofrades de esta zona de la ciudad volvieron a su casa en una jornada también para el recuerdo. La historia de las cofradías continúa. Y todo hace presagiar que serán muchas las páginas que quedan por escribir.
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