Diario de Pasión

Nuevas ideas en manos expertas

  • La Mortaja nace de cinco ex hermanos mayores que se unieron para fundar una cofradía "fuera de lo normal"

LA aventura de José Ruiz, Antonio Jaén, Juan Antonio Fernández y Manuel Garrido comenzó hace ya quince años. Este grupo formado por ex hermanos mayores de las cofradías del Mayor Dolor, Santo Entierro, Las Angustias, El Amor y La Flagelación, respectivamente, decidieron "formar una hermandad diferente, que se saliera de lo normal", confiesa Garrido.

Este aspecto, fuera de lo normal, no era ni más ni menos que dedicar "prácticamente el 50 ó el 60% de la economía de la hermandad a los pobres y, con el resto, formar la corporación". La idea se formó en torno a la figura de la Sagrada Mortaja, "puesto que creíamos que hacía falta otro Cristo yacente en la Semana Santa de Jerez. En un primer momento, íbamos a llamarnos la Sábana Santa, y fue Antonio Fernández quien propuso crear la Sagrada Mortaja", explica el actual hermano mayor de esta corporación.

Por un error dialéctico, esta hermandad nació bajo el amparo de Rafael Bellido Caro, "ya que le presentamos los papeles catalogándonos como 'asociación prohermandad'. Él nos dijo que deberíamos cambiarlo por 'asociación pública de fieles'. En aquellos momentos, sin darse cuenta don Rafael, nos estaba haciendo hermandad", aunque su erección canónica oficial fue el pasado 2012.

Así, la Sagrada Mortaja encargó en 2002 el Cristo a uno de los talleres más importantes de Sevilla, el de Miguel Bejarano, "en realidad lo habíamos mandado a hacer y a la Iglesia como institución no le habíamos pedido ningún permiso", bromea Garrido. Tras la llegada de la imagen y poner los papeles en regla, llegó la hora de elegir sede canónica. "Teníamos tres templos donde podíamos ubicarnos en su momento, como eran San Miguel, Los Descalzos y Capuchinos. Fue don Rafael quien eligió y mandó una carta a fray Antonio Ruiz de Castroviejo y Alba, guardián del convento de Capuchinos. Nos recibieron con los brazos abiertos y desde entonces los frailes son un bálsamo para nosotros".

Tras realizar ayer su primera estación de penitencia, la característica primordial de esta hermandad es que ha nacido siendo grande. Muestra de ello es el grupo escultórico que presenta al pueblo. Al titular del Cristo de Miguel Bejarano, le siguen las imágenes de María Santísima de la Caridad -también titular de la corporación-, San Juan Evangelista, Nicodemo, José de Arimatea, María Magdalena, María de Cleofás y María Salomé. Un grupo escultórico de ocho imágenes dispuestas en la perspectiva de un monte. Garrido explica que "en un primer momento, nos imaginábamos a la Virgen que ahora está de rodillas tirada en el suelo, lo que es inconcebible a ojos de la Iglesia".

La canastilla, de un gran tamaño para abarcar el conjunto de las imágenes, es obra de la gavia de Antonio Venegas. Manuel Garrido se emociona al recordar la historia en torno a la fabricación del misterio, "se trata del primer paso de Venegas, que siempre se ha dedicado al mueble clásico. Es un hombre de la hermandad sin estar inscrito en ella, pero vive y la siente como nosotros mismos. Solía venir mucho con su mujer, que se encariñó mucho con nosotros. Por desgracia, a su señora se le presentó una enfermedad maligna y en el lecho de muerte, cuando no se quería ir de este mundo, le pedía al marido que tenía que hacer el paso".

El hermano mayor define uno de los aspectos clave de esta hermandad: "Se ha hecho familia. Somos hermanos de cierta edad ya, con nuestros achaques, pero no sé si por novedad o por qué, es cierto que le han cogido un cariño a las imágenes y al hecho en sí de disfrutar, de estar en una familia, con nuestras pequeñeces... pero al final volvemos. Nos dicen que tenemos la ilusión de chavales de 18 años", se sonríe Garrido. Tras completar el paso de misterio, fue el momento de buscar una titular mariana, "fue fray Antonio el que nos cedió la imagen de Nuestra Señora de los Ángeles. Nuestro seguimiento es que haya un paso de palio lo antes posible para ella".

Cuando se le pide a Manuel Garrido que sueñe despierto con el día que le gustaría ocupar en la Semana Santa, no tiene que pensárselo mucho, "el Sábado Santo. Si vuelve, lo solicitaríamos de inmediato, aunque nos someteríamos a lo que la Iglesia diga, porque estas cosas siempre llevan consigo disgustos y disputas y nosotros no queremos". Siguiendo con el Sábado Santo, el hermano mayor considera "primordial, por supuesto, que estuviera el Santo Entierro".

"Nos han invitado a estar en la Madrugada, pero por ahora toca disfrutar de estos presuntos cinco años en el Sábado de Pasión para tomar nuestro sitio en el ambiente cofrade". Sobre este Sábado de Pasión, Garrido habla de un "cariñoso pero pequeño error. Que haya ocho corporaciones en la calle engrandecen al cristiano pero chafan al Domingo de Ramos, día que se esperaba tradicionalmente para comenzar a disfrutar de la Semana Santa. Deberían repartirse por el resto de jornadas".

Tras confesar que "no nos importaría ser una de las que nos quedemos en el Sábado de Pasión", considera que "no tiene ni pies ni cabeza que esta jornada tenga ocho hermandades mientras el Domingo de Ramos tiene solo cinco".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios