El pasado viernes en el santuario diocesano de San Lucas, en pleno corazón del barrio de San Mateo, se presentó por parte de la hermandad de las Tres Caídas el que será su nuevo paso de misterio que acogerá al Santísimo Cristo de la Salud, antigua advocación que estos cofrades de San Lucas han sabido recuperar, sembrar la devoción y, ahora, sacar a las calles de la ciudad en la jornada del Miércoles Santo.

Se trata de un paso de caoba que vino de la hermandad del Prendimiento de Sanlúcar de Barrameda. El paso perteneció anteriormente a la cofradía del Gran Poder de Dos Hermanas y su autoría corresponde al tallista e imaginero alcalareño Manuel Pineda Calderón. Del año 1953.

El paso ha sido sometido a un reestructuración con el fin de que tenga unas líneas estilísticas más acordes y conjuntadas con la cofradía de San Lucas.

En este sentido, destacar algunos apuntes alegóricos en los que destaca, de este soberbio paso, la peana como fuente de salud en la que estará colocada la cruz del Santísimo Cristo. Una peana que está conformada con orfebrería en plata conjugada con madera. Estos trabajos han sido llevados a cabo por Ildefonso Oñate y José Ramón Orovio. La peana descansa sobre un tapiz que representa el 'memento mori', y que ha llevado a cabo Manuel Salado. Un motivo que conjuga perfectamente con el clásico monte o calvario para la magnífica imagen del crucificado.

Por su parte, el canasto ha sido reformado y se contemplan inserciones de orfebrería en plata. Este elemento lleva unas inscripciones en planta de las oraciones de San Ignacio de Loyola del 'Anima Christi'. Por su parte, en el canasto también se pueden observar unas cartelas que han sido enriquecidas por Isabel Santiago en la que se pueden ver Santa mujer Verónica y la virtudes teologales.

El paso también recupera los antiguos hachones que llevaba el paso del Señor Caído y que ahora flanquearán al Cristo de la Salud.