Cofradías

Así ha sido el Vía Crucis de las hermandades de Jerez presidido por el Señor del Consuelo

Vía Crucis de las hermandades con Nuestro Padre Jesús del Consuelo en la Catedral

Vía Crucis de las hermandades con Nuestro Padre Jesús del Consuelo en la Catedral / Manuel Aranda (Jerez)

La estampa que dibujaba la hermandad del Transporte por la calle Francos mientras caía la tarde, buscando la Catedral camino de ida al Vía Crucis de las Hermandades que tuvo lugar este lunes, parecía sacada de una estampa del siglo XVII. El siglo de Oro. Aquella época donde todo era talento y originalidad. Así se plantó la cofradía de la Merced en las calles de la ciudad con su portentoso cautivo, el Señor del Consuelo, bajo el templete de Nuestra Señora de la Merced, debidamente forrado con tela de damasco y galones, y con unas cortinas rojas que amparaban las esquinas. Ver bajar el nutrido cortejo del Transporte, pasar los signos basilicales, las presidencias y el realejo sonando, con el Señor como gran protagonista, era como rebobinar al siglo XVII.

Contaba José Carlos Gutiérrez, mayordomo de la mercedaria hermandad, que las medidas del templete son perfectas. Los nervios de la cúpula dibujan una circunferencia exacta y el replanteo parece un auténtico misterio por su minuciosidad. Es difícil comprender cómo en 1648, Juan Díaz de Mendoza, pudo llevar a cabo una obra tan prodigiosa. Como tampoco se sabía si lo de ayer era una estampa del siglo XVII cuando, por la calle Francos, iba, camino a la Catedral, el Señor del Consuelo. Si el templete se hizo para la Patrona, pensando ya en el Señor del Consuelo, o si por el contrario José Carlos obró el milagro para hacernos soñar con otros tiempos donde el talento puso el apellido ‘de oro'. Las matemáticas de la simetría perfecta en la orfebrería del templete y exactitud en las medidas viendo al Señor bajo la pieza de orfebrería. Parecía hecho para Él.  

Llegó al reducto la larguísima comitiva para comenzar el acto piadoso del Vía Crucis con la presencia de monseñor José Rico Pavés, obispo de Asidonia-Jerez, el comendador del convento de la Merced, el sacerdote fray Felipe Ortuno Marchante, el presidente del consejo de la Unión de Hermandades, José Manuel García Cordero, la junta de gobierno del Transporte y un sinfín de cofrades que casi ponen el cartel de ‘no hay billetes’ en la seo episcopal asidonense.

El acto arrancó a las 19.15 horas tras sonar la marcha ‘Quién te vio y no te recuerda’, dedicada a la Reina del Transporte, marcha de David Hurtado. Ángel Hortas Rodríguez-Pascual, con maestría, interpretó la marcha y las siguientes piezas musicales que se intercalaban en las distintas estaciones. Piezas como ‘Plegaria’, de J. de Urteaga, ‘Fantasía en Fa menor’, de W. A. Mozart o ‘Desde lo hondo a ti grito, Señor’, de J. S. Bach.

Muchos cofrades congregados en la Catedral siguiendo las estaciones durante la hora, más o menos, que duró el acto piadoso. Una vez finalizado, El Señor del Consuelo, que llamó la atención de todos los presentes, fue traslado a su basílica de la Merced. Un largo recorrido acompañado por la Banda Sinfónica de la Puebla del Río que estuvo adornando cada momento con acordes de terciopelo. Sobre la medianoche estaba prevista la llegada del Señor, bajo su templete. En una estampa inédita que ya para siempre quedará en la retina de los cofrades jerezanos. Enhorabuena a la comunidad mercedaria.

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