Cofradías

Punta de lanza en solidaridad cofrade

  • La hermandad de la Lanzada abrirá un domingo al mes un comedor asistencial para los más necesitados

  • El pasado domingo dieron de comer a más de setenta personas en El Carmen

En el patio de los padres carmelitas se improvisó el comedor el pasado domingo.

En el patio de los padres carmelitas se improvisó el comedor el pasado domingo. / (Jerez de la Frontera)

Es una buena razón para sentirse cofrade. Las hermandades son algo más que un paso dorado, una extraordinaria o un manto ‘juanmanuelino’. Estas instituciones nacieron hace siglos como estamentos asistenciales. Para ayudar a los enfermos en los hospitales, para labores ayuda o para tener la seguridad de que los hermanos de tu cofradía te ofrecerían un entierro digno.

Después el asunto fue evolucionando hasta lo que vemos hoy en día. Una visión que en muchas ocasiones no es muy enriquecedora pero que con iniciativas cargadas de simbolismo no sólo equilibran la balanza, sino que hacen que las hermandades sean corporaciones vigentes en la sociedad actual.

Los hermanos de la Sagrada Lanzada saben de todo esto y están llevando a cabo iniciativas en el brazo de la caridad que se están convirtiendo en modelo a seguir.

La junta de gobierno que preside Manuel Jesús Lledó ha querido darle un fuerte impulso a parte caritativa. Y así vienen trabajando con ideas ingeniosas que están, incluso, hasta enriqueciendo por dentro a la institución. El pasado domingo, los cofrades del Carmen quisieron improvisar un comedor dentro del bonito patio de los padres carmelitas para ofrecer a los usuarios del comedor del Salvador la comida que no pueden organizar las hermanas de la Caridad al estar cerrado los festivos. “Queríamos hacerlo en algún domingo del año y escogimos el pasado porque se celebraba la festividad de San Elías, que tanto tiene que ver con el espíritu carmelitano”. En el pensamiento de la junta también estaba la festividad de San Longinos, o la de los difuntos en el próximo mes de noviembre.

La hermandad se volcó y fueron más de treinta hermanos lo que, a primera hora de la mañana, olvidaban que existía la playa para acudir hasta la basílica con el fin de encender los hornillos y comenzar con los guisos. “Pusimos una patatas aliñadas de entremés. Después servimos pollo porque somos conscientes de que muchos usuarios son musulmanes y no comen cerdo”, comenta Lledó. Hubo hasta postre y cuando los asistentes al comedor se marchaban, en bolsas individuales se les ofrecía un bocadillo con un zumo para la cena.

Como siempre se encuentra la felicidad en tanto en cuanto uno se posiciona en ofrecer y no en recibir, inmediatamente los cofrades se volcaron con la incitativa. Cerca de setenta personas acudieron ese día al comedor y fue una jornada menos en el calendario para poder llevarse un bocado a la boca.

El hermano mayor comenta con alegría que “inmediatamente los hermanos me hicieron llegar la necesidad de poder hacerlo no tres o cuatro veces al año, sino al menos un domingo al mes. Para ello, incluso, se impusieron una cuota de diez euros mensuales y ya han sido muchos los euros recaudados. Tanto es así que ya tenemos hasta el mes de noviembre asegurados los gastos de comida”.

La junta elevó al director espiritual y prior del convento de El Carmen, el padre Alejandro Peñalta Mohedano, la necesidad de hacer uso el patio, al menos, una vez al mes. Instancia que fue recogida por el religioso con alegría y entusiasmo. “Así sí”, debió de imaginar el padre Alejandro y puso a disposición de la hermandad las instalaciones para cuando fuese necesario.

La hermandad incluso ha recibido la solidaridad de otras muchas hermandades. “Hemos recibido la total colaboración de otras cofradías para con esta noble labor. Queremos que todas aquellas que quiera colaborar trabajando en el comedor lo puedan hacer. Destinar un domingo a la ayuda a los demás enriquece mucho más que la playa o cualquier otra actividad”, subraya Manuel Jesús Lledó.

Una iniciativa digna de aplauso que nace del seno de una hermandad que poco a poco va creciendo en solidaridad y en número de hermanos. La Sagrada Lanzada lo tiene claro. Hay que acudir a los orígenes. Y estos no fueron otros más que la labores asistenciales a más necesitados.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios