Diario de Pasión

Kilos de solidaridad cofradiera

  • Las hermandades son cada vez más conscientes de las necesidades de muchos jerezanos

  • Recogidas de alimentos o comedores improvisados son algunas de las labores de caridad

El comedor del Salvador es una de las instituciones en las que más colaboran las hermandades.

El comedor del Salvador es una de las instituciones en las que más colaboran las hermandades. / Manuel Aranda (Jerez de la Frontera)

Las cofradías de la ciudad viven inmersas en el mundo que las rodea. Se podrá afirmar en alguna ocasión que caen en un cierto ‘hiperactivismo’ y existen corporaciones que no cesan de organizar todo tipo de iniciativas y actividades que copan todo año hasta llegar de nuevo al tiempo fuerte de la Cuaresma donde comienzan las labores más definidas en una hermandad de penitencia.

Dejando a un lago el mes de agosto —curiosamente en los últimos tres años ha sido más interesante que la propia Cuaresma en cuanto a sucesos y noticias— el resto del año se prosigue con el tiempo de balances de la Semana Santa, el Rocío donde todo buen cofrade actualizado no puede fallar, el Corpus, las ‘Glorias’, festividad de la Merced, difuntos y el tiempo de la Purísima y la posterior Navidad que comienza con la festividad de la Esperanza. Una vez vista la luz de gálibo al camión de la limpieza pública que persigue la cabalgata de los Reyes Magos, se vuelve a comenzar el ciclo bajo ese término ciertamente cuestionable como es el de la ‘precuaresma’.

Pero en todo este tiempo, nadie puede negar que las hermandades también miran a su origen. La ayuda a sus hermanos, las obras de caridad y por supuesto la sepultura santa para los suyos eran los fines prioritarios del comienzo de las hermandades. Y de paso dar culto público a los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor.

Con el tiempo de Navidad, muchos se pueden preguntar si las hermandades se esfuerzan por hacer obras importantes de caridad en estos momentos en el que nos acordamos de las capas sociales más vulnerables. Y la respuesta es tajante: Sí.

Con tan solo observar un poco las actividades de la cofradías, se observa el gran esfuerzo que estas hacen durante todo el año pero en con más hincapié en estos días de Navidad. Otra cuestión sería que las obras de caridad quedan relegadas informativamente a un segundo plano. Ya se sabe que la atención a los miles de cofrades que consumen información morada se centra en una cuadrilla, un capataz cesado o las diatribas de varios candidatos a presidir una hermandad.

Hoy las hermandad de la Exaltación es noticia al acudir hasta la Catedral con María Santísima de la Concepción Coronada para presidir la solemnidad de la Inmaculada. Pero para llegar a estos días grandes, la hermandad de Las Viñas ha ido haciendo todo un recorrido de obras sociales que han ido desde recogidas de alimento hasta entrega de miles de kilos de pescado fresco a instituciones sociales. Juguetes para que ningún niño tenga su regalo y hasta una jornada en la que muchos donaron su propio pelo para una actividad bajo el nombre deMechones Solidarios para la confección de pelucas naturales para enfermos de cáncer.

Cocina autogestionada

La hermandad de la Esperanza de la Yedra, también tiene sus recogidas de alimento por la zona de La Plazuela, donde van casa por casa pidiendo su kilo a los vecinos. Pero no se puede olvidar el proyecto que estos cofrades llevan a cabo con la “Cocina Autogestionada Esperanza de la Yedra” que colabora estrechamente con Cáritas de Madre de Dios.

Por seguir con las Vírgenes Coronadas, la hermandad del Cristo de la Expiración hizo un gran esfuerzo ya no solo en las labores internas de Cáritas San Rafael, sino también promoviendo una obra en las dependencias de la parroquia haciéndolas mucho más funcionales.

Comedor en El Carmen

La Lanzada también colabora muy estrechamente con la planta de pediatría del Hospital de Jerez. Aparte, el comedor solidario ofrece de comer a todas las personas que acuden al Salvador durante un domingo al mes. Todo un acierto esta iniciativa para los más desprotegidos.

La hermandad del Transporte colabora muy estrechamente con el hermano Juan Carlos Durán en su Hogar San Juan. La hermandad del Nazareno ofrece en estos días de Navidad un mercadillo donde los dulces de los conventos de clausura se pueden adquirir, ofreciendo a las religiosas una ventana importante de ventas de los ricos productos.

Otra cofradía muy comprometida con las labores sociales es la de los Judíos de San Mateo. Una corporación que, bajo el secreto de no saber la mano izquierda lo que hace la derecha, deja una gran parte de su presupuesto anual en la ayuda a los marginados.

Las nuevas cofradías

Las nuevas hermandades, en sus barrios de origen, participan activamente con las cáritas de sus parroquias y hacen recogidas de alimentos con bandas de música que acompañan a las furgonetas que van casa por casa y recogen miles de kilos de alimentos no perecederos.

En definitiva, las hermandades son parte importante de las labores sociales de la Iglesia Diocesana. Bolsas de trabajo internas, actividades culturales o todo tipo de eventos lúdicos con el fin de recoger fondos para sus bolsas de caridad y un capítulo aparte para el cuidado y seguimiento a los hermanos que pasan necesidades. Pues ya se sabe que la buena caridad comienza en casa.

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