Es lo que sucede cuando las redes sociales se convierten en algo más allá que un espacio para curiosear o intercambiar impresiones, más o menos polémicas o profundas, fotos, y un sinfín de contenidos de los que les gusta a todos los cofrades. Como ya se ha comprobado, el largo confinamiento y la Semana Santa que ha pasado en blanco, ha potenciado al máximo les redes sociales por usuarios que lo han hecho con prudencia y sensatez, en la mayoría de los casos, o con imprudencia, siempre refiriéndonos al ámbito más puramente cofradiero.  

Uno de esos casos se produjo el pasado domingo cuando se colgó en Facebook una ‘procesión’ compuesta por una corneta, conocido en el mundo de la música de la ciudad, dos jóvenes vestidas de mantilla acompañando el vodevil y otras dos chicas vestidas de nazarenas de la hermandad de la Exaltación del barrio de Las Viñas. Tal mamarrachada, que en cierto modo ofende a la hermandad y al mundo cofrade en general, por la burla que se hace, quería ser algo gracioso pero no lo era máxime cuando lo que se estaba haciendo en el campo y en privado se subió a la red y se expandió como la pólvora.  

Ejemplos de tonterías como esta se han podido ver algunas pero en este caso hay quien no pudo morderse la lengua, como fue el caso de César Díaz, vestidor de la Concepción Coronada, del Traspaso, de la Virgen de las Mercedes además de haber sido designando presentador del pregonero de este año. Díaz se mostró indignado con las actuación, recordó que hasta hace poco no se permitía vestir la túnica a las mujeres y, tras un insulto dirigido a las protagonistas del vídeo, concluyó con que “ojalá no os dejen vestirlas -túnica- nunca más”.  

La reacción fue casi inmediata con comentarios casi todos de gente de la hermandad pidiendo que dimitiera de la función o que la junta de gobierno tomara medidas también contra las que hicieron la payasada. A esta secuencia le siguió un comunicado del propio César Díaz, remitido con membrete de la hermandad, en la que se disculpaba por lo dicho, que se había “dejado llevar por la ira llegando a faltar al respeto a las que iban bajo los capirotes, además de una posible malinterpretación hacia las mujeres en general”. Manifiesta “adorar a las mujeres de la cofradía, se retracta de lo escrito y pide perdón y que Dios no me lo tenga en cuenta”, reiterando sus disculpas.  

La hermandad, consultada por este medio, considera que el vestidor cometió un error por el que ha pedido perdón y se ha retractado, lo que es suficiente; que desea dejar pasar el asunto como un malentendido y un desafortunado comentario y lamenta que “cofrades que se suponen cristianos estén masacrando y negando el perdón a una persona que se ha equivocado como podría sucedernos a todos”. Evidentemente no se ha llegado a su destitución después de ver el comunicado del hermano y comprobada la sinceridad de su arrepentimiento. Pero no deja de ser curioso cómo al mayordomo de la cofradía se le han ofrecido en las últimas horas varios vestidores para suplir a César Díaz. Es el cainismo habitual en el mundillo cofrade. ¿Hablamos de capataces?