Sábado de Pasión

Las cofradías que vienen lo hacen pisando fuerte

  • El prólogo se escribió de forma brillante en una clara demostración de solvencia en las calles, seriedad y capacidad. Mortaja, Salud y Sed estrenaron las túnicas de sus hermanos

EL Sábado de Pasión no defraudó a la gran expectación que había despertado por las importantes novedades que se vieron ayer en las calles, especialmente por el crecimiento de la nómina cofrade de la ciudad y de la propia jornada pasional al incorporarse la Hermandad de la Salvación. Esta corporación nazarena fue erigida como tal el pasado mes de noviembre. Igualmente copó la atención la primera salida procesional de la Hermandad de la Mortaja desde el templo conventual de Capuchinos. Pero fue un día con mucho más para ver, con un tiempo estupendo en lo meteorológico que llevó calor -y mucho- a los hombres de las trabajaderas. También fue el día en el que hermandades como Sed, Salud y la propia Mortaja dieron un paso sobresaliente en sus aspiraciones cofrades y en su consolidación con las nuevas túnicas que estrenaron sus hermanos.

Asimismo fue también día de asumir retos, como el de la Hermandad de Pasión que se probó viniendo al centro urbano desde la zona del Nazaret para ir experimentado el largo recorrido que les esperará por delante cuando ingresen en la nómina de cofradías con 'acceso' a la Carrera Oficial.

En lo artístico también fue un día interesante para comprobar, por ejemplo, cómo se ve en la calle el enorme paso de la Mortaja, que calza nada menos 50 costaleros en diez trabajaderas. La impresión fue buena pero no estaría de más replantear la altura del monte sobre el que se asienta el misterio para buscar un equilibro y una visión mejor del conjunto, que a fin de cuentas es lo que se persigue: ofrecer un testimonio. La Coral de la Catedral le cantó en la salida. Resultó precioso. También llamaron la atención las buenas hechuras que se vislumbran en el paso de Pasión y de la Salud, que ayer, el primero, se estrenó carpintería con las nuevas imágenes de San Pedro y un acusador. El segundo, presentó el frontal tallado. Por Las Torres, La Salvación empezó su andadura por esta jornada, quedándole un buen trecho por delante para ir buscando asiento. No obstante, sí se notó en torno a la hermandad ese nuevo aliento que les ha proporcionado su elevación a hermandad de penitencia. Los vecinos, ni que decir tiene, arroparon a su hermandad con ese calor que saben otorgar las cofradías de barrio.

Evidentemente, la disparidad geográfica de cada hermandad de las de ayer repartió al público de aquí para allá, aunque los más precavidos, que no fueron pocos por cierto, al no existir ninguna 'Carrera Oficial' se trazaron una ruta y horarios para ver a cada cofradía en lugares predilectos, sobre todo en la zona centro donde sí hubo un punto de coincidencia en la plaza del Arenal con las hermandades de La Sed y de La Mortaja, cuyos itinerarios contemplaban el paso por este lugar. Otras zonas que registraron un ambiente cofradiero muy bueno fueron, por ejemplo, la zona de San Telmo para ver a la cofradía de la Salud, tanto en su llegada como en el regreso a la parroquia de San Rafael. También fue inspiradora la visión de La Sed por el entorno de San Miguel, con el ingrediente de calidad que puso una vez más la banda del Rosario de Cádiz; o ver a Pasión en las Angustias, con un paso que demostró que sabe andar muy bien, después de haber trazado un largo recorrido para alcanzar el centro de la ciudad.

Los cortejos nazarenos merecen una mención aparte por la calidad, orden y buenas hechuras que se vieron. Precioso resultó sin duda alguna el de La Sed con la magnífica estética que proporcionó la nueva túnica, del mismo modo que La Salud y, aunque ya la estrenó el pasado año, la de Pasión que creció en número de hermanos en el cortejo.

Marcando diferencias fue La Mortaja con silencios y rectitud en un hermoso y disciplinado cortejo. Las corporaciones de la Zona Sur sobrepasaron el centenar de nazarenos, una explícita evidencia de que no sólo importan los pasos, también los cortejos.

Pero por encima de la belleza, se puso de manifiesto que la 'new age' cofrade de la ciudad de Jerez no escatima esfuerzos por ganar en seriedad en las calles, rompiendo así el falso estereotipo de que han alcanzado el rango de hermandad sin merecimientos o talento para afrontar el reto.

Por lo visto ayer, no queda muy lejos el día en el que no pocas de las corporaciones disfrutadas ayer se integren en la Semana Santa de la ciudad. Y es digno señalarlo por el buen sabor de boca que dejaron en las calles y por las ganas que pusieron en su demostración de fe, que es el principal objetivo.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios