De frente

Por esas familias

ES irremediable, llega el olor a azahar y los recuerdos comienzan a aflorar. Sobre todo, llegan esos que me hacen rememorar las primeras andanzas cofrades. La ilusión con la que toda la familia me llevaba a ver a las hermandades y cofradías bajar por el Arroyo y subir por Cruces. Un enclave hoy impensable, por los palcos y el cambio de Carrera Oficial. En este punto, el recuerdo se convierte en pregunta, ¿cómo lo hacen ahora las familias? Cuando era pequeño -no hace tanto-, las familias tenían, o al menos así lo veo yo, más y mejores posibilidades para ver las cofradías en la Carrera Oficial, y además gratis. Me enfada sobremanera que en el empeño de los cofrades jerezanos por transferir nuestra Semana Santa con la de Sevilla cerremos cada vez más el centro y la Carrera Oficial para solo aquellos que pueden pagar un palco. El paso único de las hermandades hacia la Santa Iglesia Catedral se ha terminado convirtiendo, poco a poco, en un espacio casi privatizado y que impide a las familias a salir a ver a las hermandades en la calle. No me malinterpreten, yo soy de patearme las calles, pero núcleos familiares con niños pequeños lo que buscan es la comodidad más rentable, y poco a poco se la estamos quitando.

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