El Santo Entierro estrena cuatro faroles de plata

Jerez de la Frontera/La hermandad de la Piedad prosigue con la mejora del paso de la urna del Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo. Hace dos años se ampliaba el ancho de la parihuela para que entrara un costalero más en cada palo. Una modificación que obligó a retocar los respiraderos del paso del Señor. Una reforma que se llevaba a cabo después de muchos años sin tocar esta auténtica joya en orfebrería que culmina Juan Laureano de Pina con la magnífica urna de los Ponce de León.

Para este año, la hermandad prosigue con los trabajos de mejora del paso. En este caso se trata de los cuatro faroles que flanquearán al Santo entierro. Un proyecto que ha sido llevado a cabo por el orfebre jerezano Antonio García Falla. Uno de los más interesantes estrenos para la jornada del Viernes Santo de este año.

Por otro lado, y siguiendo con la cofradía del Calvario, hay que destacar el cambio del itinerario de la cofradía. Si desde hace años la hermandad mantenía de vuelta el itinerario de San Marcos, Padre Rego, Compañía, Francos, San Juan, plaza de los Ángeles y Oliva, para llegar a la plaza de Santiago y tomar la clásica calle Taxdirt, este año la cofradía toma otro itinerario. “La salida extraordinaria del pasado mes de noviembre fue la oportunidad para descubrir la calle Juan de Torres. Una calle que nos encantó”, subraya Enrique Espinosa, hermano mayor de la cofradía. Este año, por tanto, la hermandad irá hasta la Puerta de Sevilla y tomará la Porvera. El hecho de que la Soledad permute con El Cristo, permite que cuando llegue la hermandad del Santo Entierro ya esté recogida la hermandad en la Victoria. Con lo cual, es posible ver recogerse a la Soledad para acompañar después a la Piedad hasta el Calvario. “Este año la urna irá sin música. Es otra de las novedades”, afirma Espinosa. De esta forma, no habrá cruce de música a la vuelta por la Porvera al ser una calle más abierta.

El estreno de los faroles y la vuelta por Juan de Torres son dos propuestas para rematar los días de procesiones hasta el último minuto. Será cuando la Piedad entre en el Calvario y ya sólo quede vivir la alegría del Resucitado en la jornada del Domingo de Ramos.