Semana Santa 2024

Así fue el Martes Santo: La lluvia vuelve a deslucir una jornada atípica

A la hermandad de Los Judíos le sorprendió la lluvia cuando discurría por la calle Merced.

A la hermandad de Los Judíos le sorprendió la lluvia cuando discurría por la calle Merced. / Miguel Ángel González

En la línea de esta particular Semana Santa de 2024, la jornada del Martes Santo deparó nuevamente momentos de incertidumbre merced al mal tiempo, pues al incómodo viento, muy gélido, se sumó un pronóstico caprichoso que mantuvo en vilo hasta el final a las hermandades que finalmente decidieron hacer estación de penitencia. 

Desgraciadamente, sólo cinco de las siete cofradías que debían salir a la calle en el Martes Santo optaron por ello, Bondad y Misericordia, San Rafael, La Salvación, La Clemencia y Los Judíos de San Mateo, quedándose en casa la Hermandad del Amor y la Hermandad de la Defensión. 

La lluvia caída al filo de las seis de la tarde hizo saltar las alarmas y aunque inicialmente El Amor pidió a la Unión de Hermandades media hora de demora, lo cierto es que finalmente decidieron no salir a la calle, algo similar a la decisión que se tomó en Capuchinos, donde ni siquiera se dio opción a un posible retraso. 

El Amor se quedaba lamentablemente en su capilla trece años después, ya que la última vez que no hizo estación de penitencia por la lluvia fue en 2011; mientras que la Defensión ya no salió a la calle en 2022 y en 2016. 

Hermanos de la Defensión, marchándose del Convento de Capuchinos. Hermanos de la Defensión, marchándose del Convento de Capuchinos.

Hermanos de la Defensión, marchándose del Convento de Capuchinos. / Manuel Aranda

El agua hizo también dudar a la Hermandad del Desconsuelo, cuyo cortejo sí avanzaba ya por las calle del barrio a eso de las seis de la tarde, pero no así sus titulares. No obstante, la junta de gobierno, tras consultar los partes, dio luz verde para continuar en medio de una atronadora ovación de la Plaza de San Mateo, como siempre a rebosar.   

El resto de hermandades continuaron a pesar del pequeño chaparrón. La única que se planteó una modificación fue San Rafael, que en principio sopesó entrar en San Juan de Letrán, algo que finalmente no se llevó a cabo. 

La ajetreada tarde tuvo un segundo capítulo de nervios, propiciada nuevamente por el paso de otra nube de consideración. Así, al filo de las siete y veinte la lluvia regresó, esta vez de mayor intensidad. La Bondad apretó entonces para llegar a Catedral, igual que La Clemencia, aunque ninguna de las dos cofradías pudieron librarse del agua, algo que tampoco pudo evitar La Salvación a la que le cayó un fuerte aguacero en su discurrir por la calle Larga.

Hermanas de Hijas de Santa María del Corazón de Jesús, de Montealto, frente al palio de Salud y Esperanza dentro de Catedral. Hermanas de Hijas de Santa María del Corazón de Jesús, de Montealto, frente al palio de Salud y Esperanza dentro de Catedral.

Hermanas de Hijas de Santa María del Corazón de Jesús, de Montealto, frente al palio de Salud y Esperanza dentro de Catedral. / Vanesa Lobo

San Rafael, por su parte, optó por refugiarse a la carrera en San Francisco; y Los Judíos introdujeron su paso de misterio en la Victoria, mientras que el palio del Desconsuelo se quedó en la Basílica de La Merced.  

Pasadas las ocho y veinte de la tarde noche, los Judíos iniciaron su camino de vuelta, y unos minutos más tarde, lo hicieron Bondad y Misericordia, San Rafael (con capotes en sus imágenes), La Clemencia, ésta última sin su cortejo nazareno ni las bandas, buscando así una mayor celeridad en la vuelta y con el señor también cubierto con un capote de protección. La misma decisión tomó Salvación, que puso dirección a la parroquia del Perpetuo Socorro al filo de las nueve y cuarto de la noche.

El Martes Santo volvía a entristecer al mundo cofrade con otra jornada de incertidumbre meteorológica que destrozó cualquier atisbo de normalidad.

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