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Hoy es Miércoles de Ceniza

  • Para adecuar el rito a las medidas sanitarias, el sacerdote tomará la ceniza y la dejará caer en la cabeza de cada fiel

Hoy es Miércoles de Ceniza. Con la llegada de esta gran celebración, se abre un nuevo tiempo litúrgico que conducirá a los fieles cristianos hasta la Semana Santa y, fundamentalmente, hasta la celebración de la Pascua de Resurrección.

Este año, a pesar de las grandes dificultades con la que se presenta la Cuaresma, la festividad no pierde vigencia y hasta recobra todo su esplendor. Por tanto es una nueva oportunidad para “convertirse y creer en el Evangelio”.

Con motivo de la crisis sanitaria por la pandemia del COVID-19, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos ha modificado el rito del Miércoles de Ceniza adaptándose a este tiempo de pandemia. Una vez pronunciada la oración de bendición de las cenizas y después de asperjarlas, sin decir nada, con el agua bendita, el sacerdote se dirigirá a los presentes diciendo una sola vez y para todos los fieles, la fórmula del Misal Romano: “Convertíos y creed en el Evangelio”, o bien: “Acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás”. Una vez dirigida las palabras al pueblo, el sacerdote se limpiará las manos y se pondrá la mascarilla para proteger la nariz y la boca. Posteriormente, impondrá la ceniza dejándola caer sobre la cabeza de cada uno sin decir nada a cuantos se acercan a él o, si es oportuno, se acercará a los fieles que estén de pie.

Así se deberá llevar a cabo la imposición de este rito que se remonta a la Iglesia primitiva. Por aquel entonces las personas se colocaban la ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad con un “hábito penitencial” para recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo. Fue en el siglo XI cuando este rito se trasladó al inicio de la Cuaresma.

Un signo

El rito de la imposición de la ceniza es un signo. Su función está descrita en un documento de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos donde se explica que “el comienzo de los cuarenta días de penitencia, en el rito romano, se caracteriza por el austero símbolo de las cenizas, que distingue la liturgia del Miércoles de Ceniza. Propio de los antiguos ritos con los que los pecadores convertidos se sometían a la penitencia canónica, el gesto de cubrirse con ceniza tiene el sentido de reconocer la propia fragilidad y mortalidad, que necesita ser redimida por la misericordia de Dios”. 

Otra curiosidad de este antiguo rito es que es necesario para su preparación quemar los restos de las palmas bendecidas el Domingo de Ramos del año anterior. Estas son rociadas con agua bendita y, posteriormente, aromatizadas con incienso.

Imposición sin misa

Cuando no hay sacerdote la imposición de cenizas puede realizarse sin misa, de forma extraordinaria. Sin embargo, es recomendable que al acto se preceda con una liturgia de la palabra. La bendición de las mismas solo pueden hacerlas los diáconos o sacerdotes.

Por otro lado, puede recibir las cenizas cualquier persona, inclusive no católica. Además, la Iglesia no obliga a tal imposición al no ser esta jornada precepto. Curiosamente la jornada de hoy son miles de creyentes los que celebran la eucaristía y se imponen las cenizas.

Por último, destacar que El Miércoles de Ceniza es obligatorio el ayuno y la abstinencia, como en el Viernes Santo, para los mayores de 18 años y menores de 60. Fuera de esos límites es opcional. Ese día los fieles pueden tener una comida ‘fuerte’ una sola vez al día.

En lo que respecta a la ciudad, si la jornada del Miércoles de Ceniza era también un día para visitar templos y besamanos, este año tan sólo se podrá venerar la imagen del Santísimo Cristo de la Salud en San Lucas.

En todas y cada una de las parroquias e iglesias se impondrá la ceniza en este día en los distintos horarios de misa habituales en cada templo.

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