En la madrugada del pasado sábado se dieron a conocer tras el escrutinio los resultados electorales de la hermandad del Prendimiento. Finalmente, Francisco Javier Ramírez Cachinero ganaba los comicios con 304 votos de los 597 emitidos mientras que Abraham Soto Arjona se quedaba con 277. Se contabilizaron cinco nulos y once votos en blanco.

Sin embargo, el resultado electoral está acompañado de muchas inexactitudes. Muchos comentarios a través de las redes sociales y movimiento en los grupos de conversaciones de los teléfonos inteligentes.

En el centro de la polémica, los votos por correo. Más de sesenta de ellos sin las debidas certificaciones originales que establecen las normas diocesanas y que expresan que deberán de ir a la atención del secretario con fotocopia del DNI y certificado de empadronamiento en el caso de vivir fuera de la provincia eclesiástica. Solo en el caso de enfermedad, podrá dirigirse el voto al secretario de igual forma pero con la debida certificación facultativa de un médico.

A la hora de contabilizar los votos por correo se creó la polémica al adjuntarse fotocopias en lugar de originales. En ese momento, el comisario de la hermandad, el sacerdote Diego Moreno Barba, se puso en contacto con el delegado diocesano de Hermandades, Joaquín Perea Montilla, quien dio orden de contabilizar todos y cada uno de los votos llegados por correo. Todo ello sin contar con la presencia de miembro alguno de la delegación que pudiera dar fe.

A partir de ahí, el recuento de votos arrojó el resultado antes citado. Finalmente, y por si fuera poco a toda esta situación que ha llevado a la hermandad a una complicada fragmentación, los ánimos se caldearon hasta el punto de tener que personarse funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía sin que haya trascendido hasta qué punto hubo o no violencia entre algunos hermanos tras el resultado electoral.

Por parte de Abraham Soto, según ha podido saber este medio, se está estudiando qué medidas tomar tras un resultado cargado de polémica e inexactitudes.