Unos dos años ha tardado la delegación diocesana de Hermandades y Cofradías para responder al consejo local de la Unión de Hermandades sobre la aprobación eclesiástica del futuro estatuto que regulariza el órgano que representa a las hermandades jerezanas. Dos años esperando en la cola a que los canonistas pudieran responder más un año de trabajo por parte de una comisión que estuvo compuesta por hermanos mayores, consejeros y asesores jurídicos.

Según una carta remitida por Joaquín Perea Montilla, delegado diocesano de Hermandades y Cofradías, a la Unión de Hermandades, monseñor Mazuelos Pérez, actual administrador apostólico comunica que “el proyecto de Estatuto presentado en este Obispado no responde a lo marcado en la Normativa Diocesana de Hermandades y Cofradías en su apartado de Consejos Locales, por lo que tendrá que ser modificado para su aprobación”.

El origen de este proyecto se encuentra en la petición que monseñor Mazuelos Pérez le traslada a Dionisio Díaz de hacer un reglamento de régimen interno. Así lo afirmaba el presidente a este medio en una entrevista publicada el pasado 19 de julio.

Algo no debió de gustar en el Obispado cuando el borrador, tras horas de estudio y redacción, tuvo que ocupar sitio en la larga cola hasta llegar a la mesa de los canonistas. Mientras llegaba el turno, el proyecto aguardaba pacientemente en el cajón del delegado Joaquín Perea Montilla. Sin embargo, tras la publicación de las declaraciones del presiente en este periódico, el proyecto llegó al final de trámite.

No es de descartar que, de haberse llegado a una pronta resolución, las normas hubieran servido para haber sorteado la importante crisis abierta con el dinero de los palcos y sillas en la carrera oficial este mismo año tras la suspensión de las procesiones. El hecho de no haberse dado curso por la vía rápida por parte de la delegación diocesana, provocó que se tuviera que articular una solución ‘ad hoc’ al asunto de la posibles devoluciones.

El comunicado, también anuncia que será en el mes de septiembre cuando se comunique al consejo aquellos aspectos que tendrán que ser modificados.

Destacar finalmente que el consejo tiene un reglamento vigente que fue aprobado en año 2011. Época en la que Manuel Muñoz Natera ocupaba el cargo de presidente.