El Señor de la Coronación no faltó al Viacrucis de las Hermandades de Jerez

La Coronación acortó su recorrido tanto de ida como de vuelta a la Catedral por el riesgo de lluvia que hubo durante toda la jornada

Las imágenes del Viacrucis de las Hermandades presidido por el Señor de la Coronación

El Señor de la Coronación, durante su camino de ida a la Catedral.
El Señor de la Coronación, durante su camino de ida a la Catedral. / Vanesa Lobo

El primer lunes de Cuaresma es, desde hace años, el día fijado para el Viacrucis de las Hermandades. En esta ocasión, fue a la Hermandad de la Coronación la que le correspondió el honor de que su imagen lo presidiera. Así, una vez acabado su quinario, la Hermandad de la Coronación lo preparó todo para celebrar un día grande.

El Señor de la Albarizuela amaneció este lunes ya sobre las andas que por la tarde lo iban a llevar hasta la Catedral para presidir este ejercicio piadoso que se celebra al principio de la Cuaresma. Durante toda la mañana estuvo abierta la Capilla de los Desamparados para la visita de los fieles.

Desde el inicio fue una jornada de incertidumbre. Por la mañana, las previsiones meteorológicas no apuntaban al optimismo y se barajó la idea de suspender el traslado, pero no del viacrucis, que se celebraría, con la imagen o sin ella, en el primer templo de la Diócesis. El aviso amarillo por precipitaciones se mantuvo durante toda la jornada, pero, aprovechando que las precipitaciones dieron una tregua durante buena parte de la tarde, la Hermandad de la Coronación y la Unión de Hermandades decidieron llevar al Señor de la Albarizuela hasta la Catedral.

Lo hizo, eso sí, retrasando media hora su salida y acortado todo lo posible el recorrido de ida a la Catedral. De este modo, dejó de pasar tanto por la plaza de las Angustias, donde previsiblemente iba a ser recibido por las hermandades de Humildad y las Angustias, y por San Miguel, sede del Santo Crucifijo y de la Sed (esta última de manera temporal por las obras de ampliación en su parroquia).

Una vez acabado el ejercicio piadoso, la cofradía decidió regresar a su templo de la misma manera que lo hizo horas antes, acortando notablemente el recorrido inicialmente previsto. Una vez salió de la Catedral pasadas las ocho y media de la tarde, rehusaba a pasar por San Pedro y buena parte de su barrio ante el riesgo de que lloviera.

La imagen del Cristo de la Coronación de Espinas fue portada en un pequeño paso cargado a hombros. Así, el Señor de la Albarizuela iba sobre una pena cedida por la Real Archicofradía de Jesús Preso, de la localidad cordobesa de Cabra. Mientras, las andas llevaban los respiradedors del paso de la Divina Pastora de Capuchinos y la crestería de la Hermandad de las Angustias de Cádiz.

Jóvenes cargando al Señor de la Albarizuela.
Jóvenes cargando al Señor de la Albarizuela. / Vanesa Lobo

La imagen llegó a la Puerta de la Encarnación de la Catedral poco después de las seis y veinte de la tarde, justo una hora después de que el cortejo de la salida desde la Capilla de los Desamparados. Ahora bien, el ejercicio piadoso no se inició hasta las siete de la tarde, hora fijada desde un inicio. En ese momento, las cruces de guía de hermandades de la ciudad ya marcaban los puntos donde se rezaron cada uno de los misterios dolorosos del viacrucis, la última de ellas la de la Coronación al ser la corporación penitencial de la imagen que presidía este tradicional acto en los principios de la Cuaresma jerezana.

La talla iba precedida por un pequeño cortejo que estaba encabezado por el prelado asidonense, José Rico Pavés, que fue el encargado de dirigir la oración; la alcaldesa de la ciudad, María José García-Pelayo; el presidente de la Unión de Hermandades, José Manuel Cordero; y el hermano mayor de la Coronación, Francisco Javier Román. Mientras, el último rezo y la bendición final se realizó con el Señor de la Coronación frente al Crucificado de la Viga, que durante todo el año se encuentra presidiendo el altar mayor del primer templo asidonense con motivo del Año Jubilar de la Esperanza.

El Señor de la Coronación junto a una de las cruces de guía que marcaba cada uno de los misterios del viacrucis.
El Señor de la Coronación junto a una de las cruces de guía que marcaba cada uno de los misterios del viacrucis. / Vanesa Lobo

Tras la finalización del rezo del viacrucis, la junta de gobierno ser reunió para decidir que el cortejo regresaba a los Desamparados. Eso sí, y al igual que en la ida a la Catedral, se decidía coger el camino más corto posible volviéndose por De la Rosa, Manuel María González, Plaza Monti y plaza del Arenal para encaminarse hacia su templo por plaza Esteve, Santa María y calle Arcos.

El Señor de la Coronación de Espinas no presidía el Viacrucis de las Hermandades desde 1993. No en vano, este 2025 es muy especial en La Albarizuela no solo por ser el protagonista de este acto piadoso que se celebra cada inicio de Cuaresma. Se conmemora no solo el centenario de la presencia en su sede canónica, la Capilla de los Desamparados, sino también el 75 aniversario de la llegada de su actual dolorosa.

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