Cofradías

Un Vía Crucis para el recuerdo

  • La imagen de las Angustias presidió, bajo palio, el acto piadoso de las hermandades en la Catedral

Muchos cofrades y curiosos no quisieron perderse la salida de la Virgen de las Angustias desde su capilla del Antiguo Humilladero ayer por la tarde. La imagen era inédita al presentarse ante sus devotos bajo un palio que llegaba desde la hermandad del Santo Entierro de la Puebla de Cazalla. Y es que, este tipo de actos en las cofradías, se ha convertido en un alarde de iconografías no al uso. Como lo fue el Cristo de la Defensión en el paso del Santo Crucifijo o el crucificado de la Vera Cruz cuando, enhiesto, también salía a las calles en este acto piadoso.

Otra historia era ver cómo iba la Santísima Virgen. Magníficamente colocada bajo el antiguo palio. Exorno floral con mucho gusto y elegante siempre en su avance hacia la Catedral jerezana.

Una vez llegada la imagen al templo, se inició el acto piadoso. Con muchísimos cofrades que estuvieron presentes en las distintas naves de la sede episcopal. Merecida mención para la Capilla Musical Catedralicia de Jerez que, con el tenor Manuel de Diego, interpretó piezas magníficas, como ‘Domine Deus’, que estuvo a cargo del tenor solista. Un año más, la capilla adornó con gran gusto y técnica este acto de recogimiento tan de la Cuaresma.

Las distintas estaciones del Vía Crucis fueron desarrollándose con la Santísima Virgen hasta el momento de la vuelta de Nuestra Señora de las Angustias hasta su capilla. Un regreso exquisito. Solo para grandes paladares. Elegante el cortejo junto a la parte musical que estuvo a cargo de la Escolanía de Sevilla, y el grupo ‘Ministriles Hispalensis’ que interpretaron piezas musicales interpretadas con instrumentos y el estilo interpretativo de los siglos XV al XVIII. Un gran Vía Crucis presidido por una imagen que muy posiblemente no volvamos a ver más. El bellísimo rostro de la Madre bajo un palio de terciopelo.

 

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